Parece
que el verano ya quiere abandonarnos, pero como nos resistimos y queremos
estirarlo lo más que podamos, hoy hacemos una receta de esas que realmente
saben a verano: el helado de piña colada. Como hemos estado haciendo todo el
verano, nos resistimos a usar huevos en nuestros helados e intentamos evitar también
la nata. Por eso utilizamos leche evaporada, que nos aporta una menor cantidad
de materia grasa. La mayoría de recetas de helado de piña colada que se
encuentran por ahí, llevan leche de coco o crema de coco, pero esta no. ¿Por
qué? Por dos motivos: Primero porque no siempre la encontramos en todos los
supermercados y segundo porque me encanta la textura que le aporta a este
helado el coco rallado… ¡si hasta apetece morderlo! También podríamos utilizar
coco fresco.
En cuanto a la piña, podemos utilizarla fresca o en almíbar, es
decir, que encontrar los ingredientes para hacer este helado no será un
problema jamás, ya que es bastante flexible. Lo que, para mi gusto resulta
imprescindible es que lleve ron. Por supuesto que si van a tomarlo los niños es
mejor no ponerlo, pero es que el sabor no es igual y además, el ron, como
cualquier otra bebida alcohólica evita que se formen cristales grandes al hacerse
el helado, lo que permite que el resultado final sea más cremoso, así que…
bueno, vosotros mismos, pero yo no se lo quitaría.
Ingredientes:
250
g de piña
30
g de coco rallado
1
chupito de ron
50
g de azúcar moreno
250
ml de leche evaporada
Preparación:
Por
una parte unimos la piña, que puede ser fresca o en almíbar (en cuyo caso la
pondremos con el almíbar) junto con el coco, el azúcar y el chupito de ron y
trituramos con una batidora de mano o en el robot. Por otra parte montamos con
las varillas la leche evaporada (que tiene que estar muy fría) como si se
tratase de nata. No llega a montar tanto como la nata, pero incorpora
suficiente aire como para que podamos substituir con ella la nata, lo que
disminuye el número de calorías que aportamos a nuestro helado. Unimos ambas
preparaciones y ponemos la mezcla en la máquina de hacer helados. Si no tenemos
máquina, la metemos en el congelador y la sacamos cada hora durante 4 horas
para remover bien la mezcla y evitar que se formen cristales grandes, hasta que
obtengamos la textura deseada. ¡Feliz final del verano!
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