Estamos
en plena temporada de higos y no podíamos dejar que pase sin hacer alguna
receta, porque son deliciosos, porque no necesitan grandes elaboraciones para
ser disfrutados y porque nos sirven tanto para hacer postres como para preparar
platos salados, ya que combinan estupendamente con algunas carnes. Por eso este
entrante, fácil de preparar y con el que quedaremos estupendamente si tenemos
invitados. Solo hemos de tener en cuenta que es interesante prepararlo en el
momento, porque estará mejor calentito y para evitar que se humedezca y
reblandezca la pasta filo. Os doy las cantidades para 4 unidades.
Ingredientes:
4 higos
50 g de
foie micuit
1 bola
de mozzarella de búfala
4-8
hojas de pasta filo (dependiendo del tamaño)
Mantequilla
Aceite
de oliva extra virgen
Sal Maldon
Preparación:
Comenzamos por fundir unas cucharas de mantequilla al
microondas para poder untar con ella las hojas de pasta filo. Si no la
encontráis, también os valdría la masa brick. La pasta filo es muy delicada y
puede secarse y romperse si no la trabajamos con rapidez, así que untamos con
un pincel de cocina una hoja, ponemos una segunda hoja sobre la primera y
volvemos a untar con mantequilla. Repetimos hasta tener 4 hojas apiladas y bien
untadas y salamos ligeramente. Con un cuchillo bien afilado cortamos
rectángulos de 10 cm x 4 cm. Para 4 unidades necesitaremos 12 rectángulos.
Colocamos estos rectágulos sobre una bandeja de horno y horneamos 5 minutos a
190ºC, hasta que se doren.
Mientras tanto cortamos lonchas de ½ cm de alto
tanto de la mozzarella de búfala, como del foie y de los higos y marcamos todos
ellos a la plancha. Esta es la parte más difícil de toda la preparación ya que
estos productos son delicados y no queremos que se rompan (y menos aún que se
quemen!!!). Los higos y el foie deben caramelizar un poco, y la mozzarella
apenas calentarse. Por último montamos el plato poniendo un rectángulo de pasta
filo y sobre él la mozzarella y parte de los higos (los trozos que hayan
quedado menos bonitos), otro rectángulo de masa, el foie, el último rectángulo
y los higos. Terminamos con una pizca de sal Maldon y una gotita de aceite de
oliva. También podemos darle un poco más de color con alguna hierba verde; yo
le puse simplemente un poco de perejil, que era lo que tenía, pero también le
iría bien un poco de cebollino. Lo servimos inmediatamente con un buen vino y pese
a que no es un gran trabajo, quedamos como las mejores cocineras del mundo
porque resulta muy “chic” y está buenísimo.
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