domingo, 31 de mayo de 2015

Galletas de futbol


Hoy repetimos receta, la de las galletas que he hecho para alguna primera comunión. Y las repetimos en primer lugar porque es una receta fantástica (de Mensaje en una Galleta). En segundo lugar porque puede que no todo el mundo se pare a mirarlas si hablamos de galletas de comunión, pero galletas de futbol llama más la atención (¿a que sí?). Y en tercer lugar por demostraros lo fácil y resultón que resulta decorarlas con fondant. Si además encontramos un fondant que tenga buen sabor (quiero decir, que no sepa solo a azúcar) resultan deliciosas. La receta es esta:



Ingredientes:

200 g de mantequilla sin sal
150 g de azúcar glasé
1 huevo
2 cucharas pequeñas de vainilla líquida o en pasta
½ cuchara pequeña de sal
420 g de harina

Preparación:

Batimos ligeramente la mantequilla, añadimos el azúcar glasé y continuamos batiendo a velocidad baja durante poco tiempo. Agregamos el huevo, la sal y la vainilla. Luego la mitad de la harina y batimos hasta integrar. Después la mitad restante y volvemos a batir. Amasamos bien el resultado y terminamos haciendo una bola con la masa para ponerla a enfriar en la nevera.



Cuando esté bien fría la estiramos con un rodillo y unas guías (o con un rodillo de niveles) para que todas nuestras galletas tengan el mismo grosor. Volvemos a enfriar la masa y cortamos las galletas. Las disponemos sobre la fuente donde las vayamos a hornear y las volvemos a enfriar. Horneamos a 170º C durante unos 10 minutos, aunque el tiempo podría variar dependiendo del tamaño y el grosor de nuestras galletas. Las dejamos enfriar y luego procedemos a decorarlas.


Como veis hemos hecho dos tipos de galletas: las pelotas de futbol y las camisetas con los colores del equipo. Para las pelotas con el mismo cortante redondo que utilizamos para las galletas, cortamos círculos de fondant blanco y los pegamos a las galletas con pegamento alimentario o con glasé real. Con un rotulador con tinta comestible marcamos el dibujo de la pelota y para un acabado  más bonito utilizamos un pincel muy fino y colorante alimentario negro rebajado con un poquito de agua para repasar todo el dibujo. Es importante hacerlas con antelación, ya que la tinta tardará un par de días en secar.



Para las camisetas también utilizamos el mismo cortante de las galletas, pero tendremos que recortar con un cúter o un cuchillo las zonas que tengan otro color, para agregarlo posteriormente, como los laterales de esta camiseta. El cuello y las bases de las mangas, como son muy finos, los ponemos haciendo tiras muy muy finas de fondant directamente sobre la base amarilla de la camiseta. Finalmente pintamos el nombre del jugador y el número con rotulador de tinta comestible (en este caso azul). Espero que os gusten, y de paso, ya que estamos, os enseño el pastel que he hecho para los mismos futbolistas. Enhorabuena campeones!


viernes, 22 de mayo de 2015

Pastel de George y el dinosaurio (Pepa Pig)




Hola a tod@s! Este no será un post muy largo, es más bien una excusa para enseñaros uno de mis últimos pasteles, el de George (el hermano de Pepa Pig) y su dinosaurio. Y me preguntaréis ¿qué tiene de especial este pastel?

Pues que a veces, pequeños detalles marcan una gran diferencia, como por ejemplo, la bandeja sobre la que ponemos el pastel.
Porque no es lo mismo que un personaje esté en su ambiente que ponerlo sobre una bandeja lisa. Así que además de preparar 3 bizcochos y la crema de chocolate con leche para rellenarlos, cubrimos una bandeja con fondant de colores para simular el prado por el que suelen pasearse los personajes de Pepa Pig. 

Los bizcochos los tallamos para darles la forma de los personajes y los cubrimos: uno con fondant rosa para hacer la cara de George, otro con azul celeste para el cuerpo y el último con verde oscuro para hacer su juguete-dinosaurio. 
Pusimos también dos mini bizcochos cubiertos de rosa para hacer las orejas. Y tras disponerlos sobre la bandeja, con un poco de paciencia nos ponemos a hacer los detalles que darán vida a nuestros personajes. Y este es el resultado... Cha Chan!!!!.




De paso y ya que el post es cortito, aprovecho para enseñaros otros pasteles que he estado haciendo últimamente. Espero que os gusten.

Pastel Surfista
 
Pastel Mando de PlayStation

Pastel Iphone

martes, 19 de mayo de 2015

Solomillo Wellington




Otro clásico, de esos que me encanta hacer incluso aunque no sea una ocasión especial. Un domingo cualquiera se transforma en un domingo de fiesta con un solomillo Wellington. En esta ocasión utilicé un solomillo de cerdo ibérico, pero esta misma receta puede hacerse con otras carnes, tanto de cerdo como de ternera, con la única salvedad de que si utilizamos cerdo la carne debe quedar perfectamente hecha, mientras que si usamos ternera puede quedar al gusto de cada uno (si es al mío quedaría media cruda y diciendo muuuuu!!!!). En cualquier caso, es importante que no nos pasemos con la cocción en ningún caso, para que no quede seca.


Ingredientes:
1 solomillo de cerdo ibérico
300 g de setas, las que más os gusten
6-8 lonchas de beicon ahumado
1 cuchara de mostaza de Dijon o de mostaza a la Antigua
1 lámina de masa quebrada o masa brisa
1 huevo
Sal, pimienta y aceite de oliva
Preparación:
Picamos las setas bien pequeñitas, las salteamos en una sartén con un poco de aceite y las aliñamos a nuestro gusto. Sazonamos el solomillo y lo marcamos en una sartén muy caliente. No queremos que quede hecho, queremos que se dore. Lo dejamos enfriar y lo untamos con la mostaza. Extendemos un trozo de film de cocina sobre la mesa y disponemos sobre él las lonchas de beicon de forma que queden un poco superpuestas. Extendemos las setas sobre el beicon y ponemos sobre estas el solomillo. Enrollamos todo, ayudándonos con el film, para que quede bien sujeto. Enfriamos durante 20 minutos.


Mientras tanto extendemos la masa y cortamos dos rectángulos. Uno de ellos ha de ser solo un poco más grande que nuestro solomillo (que sobre más o menos 1 cm todo alrededor) el otro ha de ser bastante más grande, ya que ha de servirnos para cubrir todo el solomillo, como si fuera una sábana. Quitamos el film al solomillo, lo disponemos sobre el trozo de masa pequeño y pintamos alrededor con huevo para que al disponer el otro trozo de masa por encima, ésta se pegue. Nos aseguramos que quede bien sellada y si queremos podemos hacerle algún dibujo sencillo a la masa con un cuchillo afilado, pero sin presionar, para no cortarla, por ejemplo unas rayas.
 


Pintamos con huevo toda la superficie y llevamos al horno durante 30 o 35 minutos (dependiendo del tamaño del solomillo) a 200ºC. Dejamos reposar unos minutos antes de cortar y servimos inmediatamente después de cortarlo. Buen provecho!


lunes, 11 de mayo de 2015

Tarta Massini





Perdón por haberos dejado abandonados durante unos días, pero ya estamos de vuelta y con una tarta clásica. Sé que en estos tiempos en los que están tan de moda los pasteles muy decorados, estas tartas de estética austera, “desnudas”, pueden no llamar mucho la atención, pero cualquiera que las haya probado sabe que son deliciosas, precisamente por su sencillez, por lo conocido de los sabores, por lo seguras que resultan sus combinaciones. Esta tarta en concreto es siempre un éxito, no hay nadie a quien no le guste.
Ingredientes para el bizcocho:
5 huevos
150 g de azúcar
150 g de harina
½ cuchara pequeña de impulsor
Ingredientes de la trufa:
200 gr de chocolate
300 gr de nata (35% de materia grasa)
50 gr de azúcar
Ingredientes de la nata:
300 ml de nata (35% de materia grasa)
30 g de azúcar
½ cuchara pequeña de goma xantana (no es imprescindible)
Ingredientes de la yema:
125 g de azúcar
30 ml de agua
4 yemas de huevo
½ cuchara pequeña de vainilla líquida o en pasta
Preparación:
Comenzamos por preparar el bizcocho, batiendo los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Añadimos luego la harina y el impulsor tamizados, mezclando suavemente hasta que estén perfectamente incorporados. Volcamos la mezcla en un molde de 22 cm de diámetro y horneamos a 190º C hasta que al pincharlo con un palillo salga limpio. Dejamos enfriar el bizcocho sobre una rejilla.


Por otra parte preparamos la trufa, para lo cual calentamos la nata y el azúcar en un cazo y cuando comience a hervir retiramos del fuego, agregamos el chocolate troceado y mezclamos enérgicamente hasta que se funda completamente. Dejamos enfriar primero a temperatura ambiente y luego en la nevera, y cuando esté muy frío, batimos la trufa igual que si fuera solamente nata, hasta montarla.



Por otra parte preparamos la nata, uniendo los tres ingredientes y batiendo hasta obtener una nata bien firme. Seguramente os llamará la atención el hecho de que le ponga goma xantana. Muchos no sabréis ni de que estoy hablando. La xantana se utiliza en la cocina profesional para dar textura a las salsas, pero también para estabilizar cremas y evitar que se desmoronen o que suelten líquido. Hoy en día algunas marcas comerciales de nata para montar son lo suficientemente buenas como para que no necesitemos incorporar la goma xantana. Si os hacéis con una nata para montar de esas que lo aguantan todo, no la necesitaréis, pero si tenéis dudas la xantana os asegurará la estabilidad de la nata.


En este punto comenzamos a montar nuestra tarta Massini, para lo que cortamos el bizcocho en dos capas iguales. Sobre una de ellas pondremos la trufa, de forma que nos quede del mismo grosor en toda la superficie. Sobre la trufa pondremos la nata, intentando también que nos quede del mismo grosor y que no manchemos una capa con la otra, para que se diferencien entre sí. Cubrimos con la otra mitad del bizcocho y llevamos a la nevera, para que se asiente mientras preparamos la yema.


Para preparar la yema comenzamos por hacer un almíbar con el agua y el azúcar, calentándolo apenas hasta que el azúcar se disuelva. Aparte preparamos un baño María que tendremos listo para utilizar. Sin ponerlas aún al baño María, batimos un poco las yemas con la vainilla  y le añadimos poco a poco el almíbar, batiendo enérgicamente. Una vez hayamos añadido todo el almíbar, ponemos las yemas al baño María y continuamos mezclando durante unos minutos hasta obtener una crema. Un consejito: no tiréis las claras; por si no lo sabíais las claras pueden congelarse perfectamente sin perder ninguna de sus propiedades. Siempre podréis utilizarlas en otro momento para hacer unos macarons, un angel cake, o una Pavlova. En fin, para terminarla, cubrimos nuestra tarta con la yema, espolvoreamos un poco de azúcar por encima y quemamos con un soplete. Esta última parte no es obligatoria, pero personalmente creo que mejora tanto el aspecto como el sabor. Espero que os guste tanto como a mi.