miércoles, 23 de septiembre de 2015

Pastelitos de limón






Hoy empieza el otoño y aunque no nos despedimos definitivamente del calor, ya no resulta una tortura encender el horno, por lo que dejamos un poco de lado los helados y volvemos a la carga con una receta muy sencilla, para unos bizcochos suaves y muy jugosos con sabor a limón. Los he hecho como mini bund cakes, porque me he enamorado de estos moldes, pero por supuesto pueden hacerse en moldes de la forma que queramos o en un solo molde grande. Las cantidades que os doy os valdrán para un molde de unos 600 ml, o como en mi caso, 12 moldes de 50 ml. Solo hemos de modificar las cantidades de forma proporcional para hacer más o menos cantidad dependiendo de la capacidad del molde que escojamos (que podéis medir llenándolo de agua y midiendo ésta con una jarra medidora de las de toda la vida). Si lo cubrimos bien para evitar que se seque, aguanta perfectamente un par de días, puede que más, pero no puedo jurarlo porque en mi casa se lo comen antes, je je!


Ingredientes:
2 huevos
140 g de azúcar
50 g de nata
35 g de mantequilla
110 g de harina
2 limones
1 cuchara pequeña de impulsor
Y para el glaseado azúcar glasé a gusto
Preparación:
Lavamos bien los limones y los rallamos, procurando no rallar las partes blancas, que amargan, sino solo las amarillas, que contienen todo el aroma. Unimos la ralladura con el azúcar y los huevos y batimos enérgicamente (incluso con la batidora o en el robot) hasta que los huevos empiecen a blanquear, es decir, que la mezcla deja de ser amarilla y se vuelve más clara. Añadimos la nata a temperatura ambiente, la harina tamizada y el impulsor. Finalmente agregamos la mantequilla derretida y mezclamos de modo que nos quede una masa homogénea.


Distribuimos la masa en los moldes (o la ponemos en un solo molde grande) y horneamos a 200º C. El tiempo dependerá del tamaño de los moldes. Con mis mini bund cakes no necesité más de 15 minutos, pero un molde grande y sin agujero central puede tardar hasta 40 minutos. Debemos comprobar que esté cocido pinchando el centro con un palillo; si sale limpio está listo. Desmoldamos el/los bizcochos y dejamos enfriar. Finalmente preparamos el glaseado exprimiendo los limones y agregándoles al zumo poco a poco azúcar glasé hasta que obtengamos un líquido blanco de consistencia más o menos espesa con la que bañar nuestros pasteles para darles un toque extra de sabor y de humedad, además de facilitar su conservación. Son ideales para la merienda.

 

viernes, 11 de septiembre de 2015

Milhojas de higos y foie




Estamos en plena temporada de higos y no podíamos dejar que pase sin hacer alguna receta, porque son deliciosos, porque no necesitan grandes elaboraciones para ser disfrutados y porque nos sirven tanto para hacer postres como para preparar platos salados, ya que combinan estupendamente con algunas carnes. Por eso este entrante, fácil de preparar y con el que quedaremos estupendamente si tenemos invitados. Solo hemos de tener en cuenta que es interesante prepararlo en el momento, porque estará mejor calentito y para evitar que se humedezca y reblandezca la pasta filo. Os doy las cantidades para 4 unidades.


Ingredientes:
4 higos
50 g de foie micuit
1 bola de mozzarella de búfala
4-8 hojas de pasta filo (dependiendo del tamaño)
Mantequilla
Aceite de oliva extra virgen
Sal Maldon
Preparación:
Comenzamos por fundir unas cucharas de mantequilla al microondas para poder untar con ella las hojas de pasta filo. Si no la encontráis, también os valdría la masa brick. La pasta filo es muy delicada y puede secarse y romperse si no la trabajamos con rapidez, así que untamos con un pincel de cocina una hoja, ponemos una segunda hoja sobre la primera y volvemos a untar con mantequilla. Repetimos hasta tener 4 hojas apiladas y bien untadas y salamos ligeramente. Con un cuchillo bien afilado cortamos rectángulos de 10 cm x 4 cm. Para 4 unidades necesitaremos 12 rectángulos. Colocamos estos rectágulos sobre una bandeja de horno y horneamos 5 minutos a 190ºC, hasta que se doren.


Mientras tanto cortamos lonchas de ½ cm de alto tanto de la mozzarella de búfala, como del foie y de los higos y marcamos todos ellos a la plancha. Esta es la parte más difícil de toda la preparación ya que estos productos son delicados y no queremos que se rompan (y menos aún que se quemen!!!). Los higos y el foie deben caramelizar un poco, y la mozzarella apenas calentarse. Por último montamos el plato poniendo un rectángulo de pasta filo y sobre él la mozzarella y parte de los higos (los trozos que hayan quedado menos bonitos), otro rectángulo de masa, el foie, el último rectángulo y los higos. Terminamos con una pizca de sal Maldon y una gotita de aceite de oliva. También podemos darle un poco más de color con alguna hierba verde; yo le puse simplemente un poco de perejil, que era lo que tenía, pero también le iría bien un poco de cebollino. Lo servimos inmediatamente con un buen vino y pese a que no es un gran trabajo, quedamos como las mejores cocineras del mundo porque resulta muy “chic” y está buenísimo.


viernes, 4 de septiembre de 2015

Helado de piña colada




Parece que el verano ya quiere abandonarnos, pero como nos resistimos y queremos estirarlo lo más que podamos, hoy hacemos una receta de esas que realmente saben a verano: el helado de piña colada. Como hemos estado haciendo todo el verano, nos resistimos a usar huevos en nuestros helados e intentamos evitar también la nata. Por eso utilizamos leche evaporada, que nos aporta una menor cantidad de materia grasa. La mayoría de recetas de helado de piña colada que se encuentran por ahí, llevan leche de coco o crema de coco, pero esta no. ¿Por qué? Por dos motivos: Primero porque no siempre la encontramos en todos los supermercados y segundo porque me encanta la textura que le aporta a este helado el coco rallado… ¡si hasta apetece morderlo! También podríamos utilizar coco fresco.


 En cuanto a la piña, podemos utilizarla fresca o en almíbar, es decir, que encontrar los ingredientes para hacer este helado no será un problema jamás, ya que es bastante flexible. Lo que, para mi gusto resulta imprescindible es que lleve ron. Por supuesto que si van a tomarlo los niños es mejor no ponerlo, pero es que el sabor no es igual y además, el ron, como cualquier otra bebida alcohólica evita que se formen cristales grandes al hacerse el helado, lo que permite que el resultado final sea más cremoso, así que… bueno, vosotros mismos, pero yo no se lo quitaría.
Ingredientes:
250 g de piña
30 g de coco rallado
1 chupito de ron
50 g de azúcar moreno
250 ml de leche evaporada
 

 Preparación:
Por una parte unimos la piña, que puede ser fresca o en almíbar (en cuyo caso la pondremos con el almíbar) junto con el coco, el azúcar y el chupito de ron y trituramos con una batidora de mano o en el robot. Por otra parte montamos con las varillas la leche evaporada (que tiene que estar muy fría) como si se tratase de nata. No llega a montar tanto como la nata, pero incorpora suficiente aire como para que podamos substituir con ella la nata, lo que disminuye el número de calorías que aportamos a nuestro helado. Unimos ambas preparaciones y ponemos la mezcla en la máquina de hacer helados. Si no tenemos máquina, la metemos en el congelador y la sacamos cada hora durante 4 horas para remover bien la mezcla y evitar que se formen cristales grandes, hasta que obtengamos la textura deseada. ¡Feliz final del verano!