domingo, 28 de diciembre de 2014

Casita de jengibre




Navidad, tenemos los niños en casa y hay que entretenerles de alguna manera original. Pues una opción sería hacer galletas. Quienes tengáis niños dispuestos a pasarse toda una tarde horneando, recibid mis más sinceras felicitaciones. Los que como yo, tengáis hijo y sobrinos de los que al cabo de 10 minutos ya se han aburrido, tendréis que buscar una opción alternativa: comprar las galletas ya hechas, pero entonces ¿con qué los entretenemos?: Pues montando con ellas una casita de galletas… o dos.


La idea surgió al constatar que en una famosa tienda, en la que se venden muebles, tienen un apartado en el que venden comida, y por un precio más que módico podemos comprar las galletas con las que montar la casa de jengibre. Después descubrí otra tienda en la que venden artículos para el hogar en la que también las tienen, igual de económicas, por cierto. Y esto nos facilita tanto la tarea, que solo tenemos que comprar las chuches o gominolas, o caramelos o lacasitos y preparar un poco de glasa para pegarlo todo. El resultado es fenomenal y es más fácil tener a los peques ocupados pegando una chuche y comiéndose tres, que horneando una masa que no pueden tocar para que no se deforme.


Como decíamos, lo único que tenemos que preparar es la glasa, que tendrá que ser fuerte y que, como ya os expliqué en otra ocasión, puede prepararse con clara de huevo, pero recomiendo que preparemos con albúmina en polvo, por una cuestión de seguridad. Necesitaremos 1 cuchara grande de albúmina (que son unos 15 gramos), 250 g de azúcar glasé y entre 35 y 40 ml de agua, con lo que nos quedará una glasa muy espesa, ideal para hacer de “cemento” de nuestra casita. A esta mezcla podemos añadirle unas gotas de limón para aromatizarla y dejarla aún más blanca. Ponemos la glasa en una manga pastelera y nos disponemos a montar la casa.


Las primeras paredes hemos de pegarlas con mucho mimo y tener la paciencia de esperar unos 10 minutos, a que la glasa se seque y las paredes se aguanten para seguir poniéndoles peso. Pero una vez tengamos la base montada, podemos dejar volar la imaginación y pegar dulces por donde nos plazca.
Quienes os atreváis a hornear las galletas (que, todo sea dicho, salen más buenas horneadas en casa) tenéis la receta aquí. En cualquier caso, montar las casitas es divertido, y destruirlas para comerlas aún más. Felices fiestas!


miércoles, 24 de diciembre de 2014

Tronco de navidad (Bûche de Noël)



Receta de última hora: el tronco de navidad, o Bûche de Noël, un clásico en estas fechas, que tiene la gracia de admitir muchas variantes.
 

Si bien los más clásicos se hacen con un bizcocho sencillo y se rellenan de chocolate, café, castañas o praliné, podemos dejar volar nuestra imaginación y darle tanto al bizcocho como al relleno el sabor que más nos guste. Como la familia es grande, yo hice dos: uno con un bizcocho aromatizado con vainilla y relleno con dulce de leche (para los más golosos); otro con un bizcocho aromatizado con fresa y relleno de mousse de chocolate. Ambos, por supuesto van cubiertos de chocolate, al que se le hacen marcas con un tenedor para darle la apariencia de tronco. Os invito a intentar esta receta, cuya base es el pionono, un bizcocho de solo tres ingredientes, al que se trata de una manera un poco diferente.



Ingredientes:
6 huevos
100 g de azúcar
100 g de harina
Preparación:
Comenzamos por separar las claras de las yemas. Batimos las yemas junto con el azúcar hasta blanquearlas. Tamizamos la harina y la añadimos a las yemas mezclando hasta que esté perfectamente integrada. Si queremos aromatizar nuestro bizcocho, este es el momento de agregar una cuchara pequeña del de nuestra elección.


Montamos las claras a punto de nieve y también las añadimos a la mezcla, pero con mucho cuidado, con movimientos envolventes para que no pierdan su volumen. Sobre la bandeja del horno, o cualquier otra fuente de horno lo bastante grande, ponemos una hoja de papel para hornear, que la cubra completamente y vertemos la mezcla, distribuyéndola uniformemente por toda la superficie. Horneamos a 200º C durante apenas 10 minutos.



Al sacar nuestro pionono del horno, debemos tener preparado un paño de cocina húmedo y espolvoreado con un poco de azúcar, sobre el cual volcaremos el bizcocho. Le quitamos con cuidado el papel y lo enroscamos, ayudándonos con el paño y comenzando por un extremo, hasta obtener la forma de un tronco. Lo dejamos enfriar completamente antes de proceder a rellenarlo. Para ello lo abrimos, le cortamos las puntas y le ponemos el relleno de nuestra elección. Volvemos a enroscar y hacemos lo mismo con las puntas que hemos cortado, para engancharlas luego al tronco, con un poco del relleno, para que imite las ramas. Finalmente cubrimos con chocolate fundido y antes de que se seque le hacemos con un tenedor las marcas que imitan la corteza del tronco.


Lo adornamos con lo que se nos ocurra (hojas de acebo comestibles, por ejemplo) y a celebrar la Navidad!. Que tengáis todos muy felices fiestas!

sábado, 20 de diciembre de 2014

Tarta Tatín de peras y nueces





Estos últimos días he estado muy ocupada y he descuidado el blog, en una época en la que probablemente debía haber puesto más y más recetas para estas fiestas, deliciosas y que llenen la casa de aroma a navidad. Mil perdones, no pudo ser. Espero tener ahora unos días más tranquilos y volver a subir recetas. Para empezar con algo sencillo, pero que impregne nuestro hogar de ese aroma a canela que asociamos a la navidad, haremos una tarta Tatín de peras con nueces. Ya sabéis que se trata de una tarta “invertida”, es decir, que se hace al revés, poniendo primero el relleno y la masa por encima. Suele hacerse de manzana, pero como soy muy golosa, me encanta de peras, que queda más dulce y el toque “crunch” de las nueces tiene su gracia. A ver si os gusta.


Ingredientes:
500 g de peras
10 nueces
1 lámina de hojaldre
50 g de mantequilla
20 g de azúcar blanca
30 g de azúcar morena
1 cuchara pequeña de canela
1 pizca de nuez moscada
Preparación:
Pelamos las nueces, las descorazonamos y cortamos en trozos grandes. Las ponemos en una sartén con la mitad de la mantequilla y el azúcar blanco, a fuego lento, para que se cuezan las peras y se forme un poco de caramelo.



Disponemos las peras, con su caramelo, de forma ordenada en una fuente para hornear de 23 cm de diámetro (con papel para hornear que nos facilite desmoldarla luego) y añadimos las nueces troceadas. Cubrimos todo con una mezcla hecha con el azúcar moreno y las especias. Disponemos por encima el resto de la mantequilla a trocitos. Por último cubrimos con la masa de hojaldre, pinchamos y horneamos a 180º C unos 25 o 30 minutos, hasta que veamos que el hojaldre está doradito. La sacamos del horno y le damos la vuelta sobre el plato o fuente en que la vayamos a servir. Ya veis lo sencilla que es, y ni imagináis lo deliciosa que está acompañada de nata o helado.


domingo, 14 de diciembre de 2014

Turrones




 

En España tenemos unos turrones comerciales de excelente calidad, lo que nos haría a todos pensar que no está muy justificado ponerse a preparar turrones caseros. Pero cuando le dices a alguien que el turrón lo has hecho tu mism@, con tus propias manitas, tu interlocutor abre los ojos como platos y te dice "En serio???", sin saber el pobre que algunos turrones son realmente muy fáciles de hacer.



 

Concretamente hoy os enseño dos recetas que son las versiones más sencillas que os podáis imaginar del turrón de yema y del de jijona. Lo más importante a considerar es la calidad de los ingredientes que utilicéis, sobre todo de la almendra. Lo ideal es comprar la almendra entera y cruda, y en el caso del turrón de jijona, tostarla ligeramente en el horno a 200ª C durante 5 minutos (esto no es necesario para el de yema). Luego tendremos que molerla en el robot de cocina. Si no queréis hacer este paso, siempre podéis comprar la almendra ya molida. Por supuesto para formar el turrón necesitaréis un molde, pero no sufráis, si os pasa como a mí que ya no tenéis más sitio para meter cacharros en vuestra cocina, o si simplemente queréis probar a ver como os sale la receta antes de probar otro trasto, siempre podéis hacer un apaño con un tetra brick de leche: Lo cortáis a la mitad longitudinalmente, lo laváis y lo secáis bien y ya tenéis un molde de turrón. Las cantidades que os pongo son para hacer un turrón "de tamaño tetra brick" de cada uno. Si os animáis y queréis hacer más, solo tenéis que multiplicar...

 

 

Turrón de yema tostada

Ingredientes

200 g de almendra

200 g de azúcar glasé

ralladura de ½ limón
1 cuchara pequeña de canela
3 yemas de huevo pequeño
Azúcar para quemar la superficie
Preparación
Trituramos las almendras crudas con un robot de cocina, pero sin llegar a hacer harina de almendras, dejando una textura un poco más gruesa. Mezclamos el azúcar glasé y la almendra y aromatizamos con la ralladura de limón y la canela. Entonces comenzamos a agregar las yemas, una a una y trabajamos la masa con las manos. Una vez tengamos una bola de masa más o menos uniforme, recortamos en papel de hornear una lámina con la misma medida de la base del molde de turrón que utilicemos, ponemos la masa sobre el papel y la estiramos con un rodillo procurando que cubra el papel completamente y de forma uniforme. Esto no es que salga a la primera, pero si se quiere hacer más fácil, siempre podemos poner el papel de horno directamente dentro del molde, encima la bola de masa y aplastarla luego con una espátula o con el dorso de una cuchara, hasta dejarla lo más lisa y uniforme posible. Sea como sea, tenemos que apretar muy bien la masa. Cubrimos con otro trozo de papel de cocina del mismo tamaño y ponemos un peso encima (por ejemplo, otro tetra brick, pero lleno). Ahora tenemos que dejar reposar nuestro turrón durante una semana en un sitio fresco. Pasado ese tiempo lo sacamos de la caja, lo cubrimos con un poco de azúcar y lo quemamos con un soplete. Dejamos enfriar 5 minutos, le damos la vuelta y repetimos la operación del otro lado, para que tenga ambas caras tostadas.


Turrón de Jijona
Ingredientes
200 g de almendra
90 g de azúcar glasé
50 g de miel
50 g chocolate blanco
Preparación
Comenzamos por tostar las almendras como os indicaba más arriba y triturarlas en el robot. Tenemos que triturarlas bastante, pero sin pasarnos, porque sino la almendra comienza a soltar aceite… aunque hay quien dice que precisamente la gracia del turrón de jijona es el aceite de almendras que suelta… lo dejo a vuestra elección. Por otra parte unimos el resto de los ingredientes y calentamos al baño María o al microondas (con mucho cuidado de no quemar el chocolate) hasta que se funda el chocolate. Añadimos la almendra molida y mezclamos muy bien hasta formar una pasta con la que procedemos a llenar el molde igual que hicimos con el turrón de yema (en este caso os recomiendo el método de aplastar con una espátula o cuchara dentro de la caja). Lo apretamos bien, le ponemos un peso y lo dejamos reposar en la nevera como mínimo un par de horas para que se compacte. Desmoldamos y no hay que hacer nada más que comérselo.