viernes, 31 de julio de 2015

Helado de dulce de leche




Si bien parece que el calor sofocante de estas últimas semanas nos está dando un respiro, nos siguen apeteciendo los helados ¿verdad? Así que seguimos aportando recetas de esas que nos gustan a todos, que son fáciles de hacer y, insisto, que no llevan huevos (que en esta época del año los huevos que no estén bien hechos siempre pueden darnos un susto). Y el de dulce de leche, para mí es un clásico. No hay niño que se resista… y muchos adultos tampoco. Existen versiones aún más sencillas, pero no tienen el mismo sabor. Y versiones más complicadas… pero cuando el calor aprieta cuantas menos horas pasemos en la cocina mejor ¿no?





Ingredientes:
400 ml de leche entera
200 g de dulce de leche
100 ml de nata (35% de materia grasa)
1 cuchara pequeña de vainilla líquida
una pizca de sal

Preparación:
Comenzamos por calentar en una olla la leche y el dulce de leche, removiendo constantemente hasta que el dulce de leche se disuelva. Retiramos del fuego y agregamos la nata, la vainilla y la sal. Dejamos que se enfríe, primero a temperatura ambiente y luego en la nevera durante unas 4 horas. Finalmente mantecamos el helado en la máquina para hacer helados. Si no tenemos máquina, como siempre, ponemos el helado en el congelador y lo sacamos cada hora para removerlo, durante un mínimo de 4 horas. Y ya está.
 


¿A que es fácil? Y está buenísmo!!!!!

sábado, 25 de julio de 2015

Helado de Tiramisú'



Sigue haciendo mucho calor… pero seguimos queriendo comer dulces, así que vamos a sacarle partido a la máquina de hacer helados y experimentemos con sabores más elaborados. En casa el sabor estrella es el de tiramisú’, y contrariamente a lo que muchos podáis pensar no es nada complicado de hacer.


Además esta versión no lleva huevos, ni tampoco nata… bueno, lleva mascarpone… pero es que sinó no sería tiramisú’!!! A ver que os parece…
Ingredientes:
250 g de mascarpone
100 ml de leche evaporada
100 g de azúcar
una pizca de sal
40 ml de brandy
60 ml de café fuerte
2 cucharas grandes de cacao en polvo
50 g de melindros, bizcocho o galletas
Preparación:
Comenzamos por preparar el jarabe de café y chocolate, para lo cual ponemos a calentar en un cazo el café con la mitad del azúcar. Cuando comience a hervir añadimos el cacao y mantenemos la mezcla al fuego, removiendo constantemente durante 2 o 3 minutos. Reservamos y dejamos enfriar en la nevera.


Por otra parte preparamos la base del helado, mezclando el resto del azúcar con el mascarpone, la leche evaporada, la sal y el brandy. Podemos usar una batidora o hacerlo manualmente. Una vez obtenemos una mezcla homogénea, si tenemos una máquina de hacer helados la dejamos enfriar en la nevera unas 3 o 4 horas y hacemos el helado siguiendo las instrucciones de nuestra máquina. Si no tenemos máquina llevamos la mezcla al congelador, bien tapada y la sacamos para removerla cada hora, durante un mínimo de 4 horas, hasta que obtenga la consistencia de helado. En cualquier caso, cuando el helado esté casi listo, añadimos los melindros (o bizcocho) troceados y dejamos que la máquina trabaje 1 o 2 minutos más, o llevamos el helado al congelador otros 10 minutos. Una vez esté listo y lo saquemos de la máquina de hacer helados (o de donde sea) para ponerlo en el recipiente definitivo en el que lo guardemos, lo haremos alternando capas de helado con capas del jarabe de café y chocolate que preparamos al principio, y que tiene que estar frío para que no nos deshaga el helado.
 



No es precisamente “light”, pero es fresquito y delicioso. ¡Qué aproveche!

sábado, 18 de julio de 2015

Clafoutis de cerezas





Como ya había adelantado en el post anterior, además del cumpleaños de mi media naranja, celebramos el mío, y a una servidora, por mucho que le guste cocinar, le pasa lo mismo que a la mayoría de los mortales: pasarme 1000 horas en la cocina con 35ºC a la sombra, el día de mi cumpleaños, no me parece la mejor manera de celebrarlo… ¿a que estamos de acuerdo? Así que decidí hacer un postre rápido, que diera poco trabajo, pero que fuera delicioso y que además aprovechara la fruta de temporada: un clafoutis de cerezas. Y no quedaron ni las migas…





Ingredientes
800 g de cerezas
2 huevos
70 g de azúcar
100 ml de leche evaporada
70 ml de nata (35% de materia grasa)
1 cuchara pequeña de vainilla líquida o en pasta
2 cucharas grandes de Kirsch
1 masa brisa
Azúcar glasé



Preparación:
Comenzamos por deshuesar las cerezas… hay quien podrá pensar que eso es una faena inhumana, pero para demostraros que no, aquí os dejo el enlace a un video de esos que se ven por la red en que queda claro que es  súper fácil. En cualquier caso, es una magnífica tarea con la que entretener a los niños.


Mezclamos los huevos con el azúcar, la leche evaporada, la nata, la vainilla y el Kirsch (o cualquier otro licor que os guste). La receta original lleva igual cantidad de leche que de nata, pero para hacerla un poco más ligera decidí substituir parte de la nata (y la leche) por leche evaporada y cuaja igual de bien. La receta original tampoco lleva masa en la base, pero a mí me gusta ponerle porque así es más fácil cortar y servir las porciones. Si la ponemos, irá en la base del molde para tartas, y sobre ella ponemos las cerezas. Si no la ponemos, simplemente untamos el molde para tartas con mantequilla y disponemos las cerezas sin hueso. Vertemos sobre ellas la mezcla de ingredientes y horneamos a 180º C durante unos 40 minutos o hasta que al pincharla con un palillo, éste salga limpio. La dejamos enfriar y la espolvoreamos con un poco de azúcar glasé para que tenga un poquito de brillo. ¡Y a celebrar!


martes, 14 de julio de 2015

Pastel del pescador de doradas




Hoy es el cumpleaños de mi media naranja. Su principal afición (y digo principal, porque tiene muchas) es la pesca. Lo que más pesca son sargos y doradas. ¿Qué pastel le podía hacer? ¡Pues un pastel con un pescado! Pero que no sepa a pescado ¡claro! De hecho, este es de tiramisu’ (ñam, ñam…). 


Y como solo un pescadito hubiera supuesto hacer un pastel demasiado pequeño para todos los que seremos en su fiesta, la dorada reposa sobre una falsa tabla de madera.

Para que realmente parezca una tabla de madera, primero hay que hacer al pastel unas marcas que imiten las vetas de la madera con una esteca.Y luego pintarlo con colores comestibles diluidos en brandy (que luego se evapora), de forma que resulte un poco más realista.

La dorada la cubrimos con fondant gris y le marcamos con una esteca las escamas, los ojos, las branquias… le ponemos las aletas y después, para que parezca de verdad, le damos toques de color, igual que hicimos con la madera, sin olvidar usar un poco de plateado, ni de pintarle un ojo bien brillante, ¡que está recién pescada!. Para completar la escena, alguna boya y algún anzuelo, aunque creo que eso de poner uno con cucharilla hará que el pescador se queje y diga que no se usan cucharillas para pescar doradas, pero, oye, la intención es buena y yo de pesca no entiendo nada!!!
En fin, que este es el pastel del cumpleaños de mi marido. En el próximo post, os enseñaré el de mi cumpleaños, que como podéis imaginaros fue infinitamente más sencillo (que a una no le apetece pasarse el cumpleaños encerrada en la cocina todo el día), pero muy bueno… sorpresa!