Unas
bodas de oro no se cumplen todos los días. Ni tampoco llegan a cumplirlas todas
las parejas. Por eso vale la pena celebrarlas, y no hay celebración que se
precie que no cuente con un bonito pastel. En este caso nos decidimos por un
pastel adornado con perlas en el piso superior y con pétalos en el inferior.
Puede que os recuerde un poco al pastel con volantes (o ruffle cake) y de hecho
la técnica para hacerlo es similar, pero no exactamente igual. Así que os la
explico, por si os animáis a intentarlo.
Una
vez tenemos hechos los bizcochos, los rellenamos con la crema de nuestra
elección (en este caso chocolate blanco con frambuesas, mmmm…) y los cubrimos
con fondant del color más claro de los que hayamos elegido.
En este caso
escogimos 4 tonos desde el marfil hasta el marrón chocolate con leche. Al revés
de lo que hacíamos con el pastel de volantes, comenzamos a cubrirlo con los
pétalos desde abajo, donde pondremos el color más oscuro, y pasamos gradualmente de abajo a arriba hasta el color más claro.
Para ello estiramos
lo más fino que podamos sin que se rompa un trozo de fondant y lo cortamos con
un cortante para flores. Con una esteca de bolillo afinamos aún más los bordes
de los pétalos, los plegamos un poco y con un poco de pegamento comestible o de
agua los adherimos al pastel, uno junto a otro, sin dejar espacios.
No hace falta que quede una forma muy concreta y
definida, ni que queden todas las “flores” iguales, es más, el efecto es más
interesante cuando no se distinguen. De hecho, una vez completamos toda una
fila de flores, podemos llenar los huecos que nos queden con pétalos sueltos,
para que quede cubierto todo el pastel.
Para la altura de este pastel (10 cm) necesitamos 4 filas de flores, una de cada color, así que repetimos el proceso con cada uno de ellos. Al llegar al borde superior, continuamos cubriendo el pastel con más pétalos hasta llegar a la base del segundo piso, que adornamos intercalando perlas del mismo color marfil con un discreto estampado de estrellitas. Para coronar el pastel hicimos “algo parecido a una flor” (porque, para que engañarnos, una flor no es), con los mismos 3 colores más claros.
Para la altura de este pastel (10 cm) necesitamos 4 filas de flores, una de cada color, así que repetimos el proceso con cada uno de ellos. Al llegar al borde superior, continuamos cubriendo el pastel con más pétalos hasta llegar a la base del segundo piso, que adornamos intercalando perlas del mismo color marfil con un discreto estampado de estrellitas. Para coronar el pastel hicimos “algo parecido a una flor” (porque, para que engañarnos, una flor no es), con los mismos 3 colores más claros.
Espero que os guste, y
sobre todo espero que la feliz pareja cumpla muchos, muchos años más juntos.
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