Otro
clásico, de esos que me encanta hacer incluso aunque no sea una ocasión
especial. Un domingo cualquiera se transforma en un domingo de fiesta con un
solomillo Wellington. En esta ocasión utilicé un solomillo de cerdo ibérico,
pero esta misma receta puede hacerse con otras carnes, tanto de cerdo como de
ternera, con la única salvedad de que si utilizamos cerdo la carne debe quedar
perfectamente hecha, mientras que si usamos ternera puede quedar al gusto de cada
uno (si es al mío quedaría media cruda y diciendo muuuuu!!!!). En cualquier caso,
es importante que no nos pasemos con la cocción en ningún caso, para que no
quede seca.
Ingredientes:
1
solomillo de cerdo ibérico
300
g de setas, las que más os gusten
6-8
lonchas de beicon ahumado
1
cuchara de mostaza de Dijon o de mostaza a la Antigua
1
lámina de masa quebrada o masa brisa
1
huevo
Sal,
pimienta y aceite de oliva
Preparación:
Picamos
las setas bien pequeñitas, las salteamos en una sartén con un poco de aceite y
las aliñamos a nuestro gusto. Sazonamos el solomillo y lo marcamos en una
sartén muy caliente. No queremos que quede hecho, queremos que se dore. Lo
dejamos enfriar y lo untamos con la mostaza. Extendemos un trozo de film de
cocina sobre la mesa y disponemos sobre él las lonchas de beicon de forma que
queden un poco superpuestas. Extendemos las setas sobre el beicon y ponemos
sobre estas el solomillo. Enrollamos todo, ayudándonos con el film, para que
quede bien sujeto. Enfriamos durante 20 minutos.
Mientras
tanto extendemos la masa y cortamos dos rectángulos. Uno de ellos ha de ser
solo un poco más grande que nuestro solomillo (que sobre más o menos 1 cm todo
alrededor) el otro ha de ser bastante más grande, ya que ha de servirnos para
cubrir todo el solomillo, como si fuera una sábana. Quitamos el film al
solomillo, lo disponemos sobre el trozo de masa pequeño y pintamos alrededor
con huevo para que al disponer el otro trozo de masa por encima, ésta se pegue.
Nos aseguramos que quede bien sellada y si queremos podemos hacerle algún
dibujo sencillo a la masa con un cuchillo afilado, pero sin presionar, para no
cortarla, por ejemplo unas rayas.
Pintamos con huevo toda la superficie y
llevamos al horno durante 30 o 35 minutos (dependiendo del tamaño del
solomillo) a 200ºC. Dejamos reposar unos minutos antes de cortar y servimos
inmediatamente después de cortarlo. Buen provecho!
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