miércoles, 11 de marzo de 2015

Alfajores de maizena



Como ya sabemos todos los auténticos adictos a los dulces, provengamos de donde provengamos, existen diferentes tipos de alfajores.


De entre ellos, los mejores son los que proceden de Argentina, y por qué no decirlo, de Uruguay (que no quiero que nadie se enfade conmigo, ejem!). A su vez, de entre los diferentes alfajores que pueden degustarse en estos dos países, los más fáciles de elaborar en casa son los alfajores de maizena.


 Para quienes no los hayan degustado nunca, os diré que tienen una textura arenosa y ligera, y pese a lo que pueda parecer, no son empalagosos, a no ser que los rellenemos con una capa de dulce de leche exageradamente enorme. Es decir, podemos hacerlos un poco a nuestro gusto: para los más golosos con muuuuucho dulce de leche y para los menos, con lo justo para contrastar la sequedad de la masa con la untuosidad del dulce.

Ingredientes:
50 g de mantequilla
50 g de azúcar
1 cuchara pequeña de vainilla líquida o en pasta
2 huevos
200 g de maizena
100 g de harina
½ cuchara pequeña de impulsor
dulce de leche pastelero
coco rallado
Preparación:
Para empezar batimos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar, a mano o en el robot, pero a velocidad baja, para no incorporar aire. Agregamos la vainilla y posteriormente los huevos, batiendo constantemente. Mezclamos las harinas con el impulsor, las tamizamos y las añadimos a la mezcla anterior para formar una bola de masa. No hace falta que amasemos más que lo justo para que quede todo unido y homogéneo. Dejamos reposar una hora en la nevera.


Estiramos la masa con un rodillo y unas guías (o con un rodillo de niveles) y cortamos discos de unos 5 o 6 cm de diámetro. De este tamaño y con estas cantidades nos saldrían aproximadamente una docena de alfajores (es decir, dos docenas de discos). Ponemos los discos de masa en una fuente con papel para hornear y los enfriamos durante ½ hora. Posteriormente horneamos unos 10 minutos a 190º C, teniendo en cuenta que los discos de alfajores de maizena son blancos, no deben dorarse.


Una vez fríos los untamos con dulce de leche a gusto, los unimos de dos en dos  y tras poner un poco más de dulce por los bordes, enganchamos el coco rallado. ¿A que es fácil? Venga, a intentarlo!


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