Como ya sabemos todos los
auténticos adictos a los dulces, provengamos de donde provengamos, existen
diferentes tipos de alfajores.
De entre ellos, los mejores son los que proceden
de Argentina, y por qué no decirlo, de Uruguay (que no quiero que nadie se
enfade conmigo, ejem!). A su vez, de entre los diferentes alfajores que pueden
degustarse en estos dos países, los más fáciles de elaborar en casa son los
alfajores de maizena.
Para quienes no los hayan degustado nunca, os diré que
tienen una textura arenosa y ligera, y pese a lo que pueda parecer, no son
empalagosos, a no ser que los rellenemos con una capa de dulce de leche
exageradamente enorme. Es decir, podemos hacerlos un poco a nuestro gusto: para
los más golosos con muuuuucho dulce de leche y para los menos, con lo justo
para contrastar la sequedad de la masa con la untuosidad del dulce.
Ingredientes:
50 g de mantequilla
50 g de azúcar
1 cuchara pequeña de vainilla
líquida o en pasta
2 huevos
200 g de maizena
100 g de harina
½ cuchara pequeña de impulsor
dulce de leche pastelero
coco rallado
Preparación:
Para
empezar batimos la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar, a mano o
en el robot, pero a velocidad baja, para no incorporar aire. Agregamos la
vainilla y posteriormente los huevos, batiendo constantemente. Mezclamos las
harinas con el impulsor, las tamizamos y las añadimos a la mezcla anterior para
formar una bola de masa. No hace falta que amasemos más que lo justo para que
quede todo unido y homogéneo. Dejamos reposar una hora en la nevera.
Estiramos la
masa con un rodillo y unas guías (o con un rodillo de niveles) y cortamos
discos de unos 5 o 6 cm de diámetro. De este tamaño y con estas cantidades nos
saldrían aproximadamente una docena de alfajores (es decir, dos docenas de
discos). Ponemos los discos de masa en una fuente con papel para hornear y los
enfriamos durante ½ hora. Posteriormente horneamos unos 10 minutos a 190º C,
teniendo en cuenta que los discos de alfajores de maizena son blancos, no deben
dorarse.
Una vez fríos los untamos con dulce de leche a gusto, los unimos de dos en dos y tras poner un poco más de dulce por los bordes, enganchamos el coco rallado. ¿A que es fácil? Venga, a intentarlo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario