Tallar,
dar forma a un pastel con un cuchillo no es tarea fácil. Para que veáis paso a
paso cómo se hace empezaremos por uno bastante sencillo. Vamos, que no hay que
ser Miguel Ángel cincel en mano para darle forma, pero que nos servirá para tener
claras cuatro ideas básicas.
Empezamos con un bizcocho y una plantilla con la
forma, en este caso, de Ironman. El bizcocho debe estar frío para poder
cortarlo sin que se desmigaje. Muchos pasteleros incluso los congelan.
Una vez
tenemos los contornos, redondeamos los bordes para darle una forma que se
asemeje más a la auténtica. En este caso, como la cara de Ironman tiene muchas líneas
rectas es bastante fácil. Una cara “normal” requiere mucho más trabajo y paciencia para
recrear todas las redondeces. Si nuestro bizcocho, como es lo habitual, lleva
relleno, no debemos olvidarnos de rellenarlo antes de darle forma. Si es necesario
podemos agregar trozos de bizcocho extra para dar volumen (como en la frente de
Ironman).
El siguiente paso consiste en cubrir todo el pastel con una ganache o
con una crema de mantequilla; este paso es superimportante por varias razones:
alisa la superficie y hace que luego no se vean irregularidades; evita que se
desmigaje y pierda su forma; hace que nuestro pastel quede más húmedo y sabroso
(¿a quién no le gusta una capa extra de chocolate?). Lo ideal es poner una capa
de ganache (o la crema que elijamos) con una espátula grande, enfriar en la
nevera y luego poner una segunda capa que también dejaremos enfriar antes de
proseguir con la decoración. Luego lo cubrimos con fondant, en este caso rojo,
cuidando de respetar las formas que hemos conseguido con el cuchillo. Para la
cara propiamente dicha añadimos una pieza de color blanco, que cortamos
previamente con una plantilla, igual que hemos hecho con el bizcocho.
Marcamos
los ojos y demás rasgos de la cara con un rotulador de tinta comestible y
procedemos a darle color con pinturas comestibles. Os he puesto una foto de las
que he utilizado en este caso: una metálica dorada para la cara y algún que
otro detalle, una roja para acentuar algunos detalles de la cabeza, una negra
para delinear y unos polvos plateados para darles brillo a los ojos. Todas
ellas las he utilizado diluidas en un poco de brandy (que luego se evapora, no
sufráis).
Lo último que hacemos es delinear los contornos en negro con un
pincel muy fino. Para poner el nombre del homenajeado, nada tan fácil como
utilizar unos cortantes con formas de letras… lo podría hacer incluso un niño.
¡Y
ya está! Espero que os haya gustado y os sea útil.
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