viernes, 9 de octubre de 2015

Soufflé de chocolate






¿Por qué será que en cuanto deja de hacer un calor sofocante no podemos resistirnos al chocolate? ¿Lo hemos estado echando de menos? Yo, sin ninguna duda, sí, lo he echado mucho de menos. Así que, sin disimular la intención de pecar sin remedio, me he puesto a hacer unos soufflés de chocolate que te dejan sin aliento. El soufflé tiene fama de ser complicado, pero si tenemos en cuenta un par de detalles que no nos podemos saltar, no lo es tanto:
Es imprescindible que tengamos unos “ramenquines”, es decir recipientes pequeños, de loza o porcelana, que puedan ir al horno.
Debemos untar muy bien los ramenquines con mantequilla.
Cuando unimos las claras batidas a punto de nieve con el resto de la masa debemos hacerlo muy lentamente y con movimientos envolventes.
Es muy importante tener el horno bien caliente antes de hornearlos (bueno, el horno siempre debe estar caliente antes de meter algo, pero en este caso además resulta crítico). Podemos precalentar a 250ºC y bajar la temperatura a 200ºC en el momento de meter los soufflés.
No debemos abrir la puerta del horno mientras se están horneando.
Tienen que quedar cremosos en el centro.
Se deben comer en cuanto salen del horno.


Si tenemos en cuenta todos estos consejos no hay motivo para que no podamos disfrutar de unos soufflés magníficos. Os doy los ingredientes para 4 soufflés; ya sabéis si queréis hacer más, sacáis la calculadora...
Ingredientes:
100 g de chocolate negro
25 g de cacao en polvo sin azúcar
60 g de mantequilla (más la que necesitemos para untar los ramequines)
4 huevos
50 g de azúcar
1 punta de sal
Azúcar glasé para decorar
Preparación:
Comenzamos por fundir el chocolate, como a cada uno más le guste, al microondas o al baño María, pero sin quemarlo (¡muy importante!). Si no tenemos mucha experiencia con el chocolate, lo más seguro es el baño María, aunque tardemos más y ensuciemos más cacharros. Si dominamos el tema, el microondas es lo mejor. En el último momento añadimos la mantequilla para que se funda también y mezclamos bien. Separamos las claras de las yemas de huevo y añadimos éstas últimas al chocolate. Agregamos también el cacao y mezclamos. Por otra parte batimos las claras de huevo con una pizca de sal hasta que queden bien firmes, es decir, hasta el punto de nieve. Añadimos el azúcar a las claras y seguimos batiendo hasta que quede perfectamente integrado. Finalmente añadimos este merengue a la masa de chocolate, poco a poco y mezclando con movimientos envolventes para que no perdamos el aire que han incorporado las claras. Repartimos la mezcla en los ramenquines previamente untados con mantequilla y horneamos a 200ªC durante 10 minutos, sin abrir el horno en ningún momento.


Apenas los sacamos del horno los espolvoreamos con azúcar glasé y los servimos, ya que a medida que pasan los minutos pierden su volumen… la verdad es que siguen estando igual de buenos, pero su aspecto no es el mismo y… ¿qué puede ser mejor que el chocolate calentito?

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