Uno
de los postres más fáciles y resultones para hacer en verano es un semifrío. No
necesita horno, es muy fresquito, está buenísimo y además puede incluso ser
variado, ya que en lugar de hacerlo con melocotón, como hoy, podemos hacerlo
con cualquier otra fruta. De hecho, la mayoría de las veces lo veremos hecho
con mango. La ventaja de éste, es que lo haremos con fruta en almíbar, que no
nos engañemos, nos saca de un apuro más de una vez. Solo tenemos que ser
previsores y tener la nata muy fría, para que pueda montarse, además de hacerlo
con un poco de tiempo, ya que, aunque es facilísimo y no necesita mucho tiempo
de preparación, sí que necesita mucho tiempo para enfriarse y adquirir
consistencia.
Ingredientes
1lata
grande de melocotón en almíbar
8
hojas de gelatina
200
g de queso para untar (tipo Philadelphia)
400
g de nata 35% de materia grasa (más una pequeña cantidad para decorar, si lo
deseamos)
100
g de azúcar
1
cuchara pequeña de vainilla líquida o en pasta
1
yogurt griego
Preparación
Comenzamos
poner en remojo, con agua fría 3 hojas de gelatina y las dejamos unos minutos
hasta que se ablanden. Separamos unos 300 g de melocotones en almíbar
escurridos (dependiendo del tamaño que tengan, serán entre 4 y 5 mitades) y los
trituramos con una batidora de mano. De la misma lata separamos unos 50 ml de
almíbar y los calentamos casi hasta que hiervan para diluir en ellos las tres
hojas de gelatina que teníamos en remojo. Unimos los melocotones triturados a
la gelatina diluida y ponemos la mezcla en un molde de 17 cm de diámetro
desmontable y cubierto con papel vegetal, o en un molde de silicona del mismo
tamaño. Llevamos a la nevera hasta que tenga consistencia, lo que llevará unas
dos o tres horas.
Pasado
este tiempo ponemos a remojo en agua fría las 5 hojas de gelatina restantes y
cuando estén blandas las diluimos en una pequeña parte de la nata caliente. El
resto de la nata debe estar muy fría para poder montarla (a mano o a máquina,
como cada uno quiera o pueda). Unimos la nata montada con el resto de los
ingredientes, incluida la gelatina diluida. Sacamos de la nevera el molde con
el melocotón y volcamos en él esta mezcla. Enfriamos como mínimo durante unas 7
horas. Si hace mucho calor, podemos incluso ponerlo un rato en el congelador.
Desmoldamos con mucho cuidado, ya que es bastante delicado y decoramos con el
resto de la lata de melocotones, nata, sprinkles o lo que más nos guste.
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