martes, 4 de noviembre de 2014

Granola





Entre el atracón de dulces de Halloween/Todos los Santos, y el Navideño (que ya nos queda poco), quizás nos convenga comer un poquito sano… aunque solo sea para quedar bien con la conciencia. Pero comer sano no significa comer soso, y aunque tomar avena en el desayuno pueda parecer cosa de deportistas obsesionados con su físico, la verdad es que, los que disfrutamos de la buena mesa y hemos probado alguna vez la granola, sabemos apreciarla. He probado diferentes versiones, y sin ninguna duda, las mejores son siempre las caseras. Es muy fácil de hacer y los ingredientes son muy normalitos (además podemos modificarlos a nuestro gusto, siempre que mantengamos la base de avena).



Ingredientes:
2 tazas de copos de avena
2 cucharas grandes de azúcar moreno
½ cuchara pequeña de canela
¼ de cuchara pequeña de sal
120 g de miel
35 g de mantequilla
1 cuchara pequeña de vainilla
100 g de frutas deshidratadas ( yo le puse albaricoque, coco, uvas pasas doradas, plátano y arándanos)
50 g de nueces
Preparación:
Mezclamos en un cuenco la avena, el azúcar moreno, la canela y la sal. Ponemos en una olla la miel y la mantequilla y fundimos a fuego suave. Retiramos del fuego y añadimos la vainilla.



Unimos la avena con la miel y mezclamos hasta que todo el cereal quede impregnado. Esparcimos la mezcla lo más uniformemente posible sobre una placa de horno cubierta con papel de cocina y horneamos a 150º C durante 30 minutos hasta que quede dorada y suelta. Dejamos enfriar y añadimos las frutas deshidratadas y las nueces troceadas. Envasamos en un frasco de vidrio que pueda cerrarse bien y la tomamos en el desayuno con leche o con yogur. Se conserva unas dos semanas, pero si os pasa como a mí, os acabaréis enganchando a los desayunos saludables y la tendréis que preparar cada semana.


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