En
esta época del año en la que a todo el mundo le preocupa recuperar la línea después
de las fiestas, aparezco yo, después de unos cuantos días sin pasarme por estas
páginas, para enseñaros este despropósito para la dieta que es una tarta de
caramelo salado y chocolate. Porque sin ninguna duda, este no es un postre
ligero. No es para los meses de verano. No es para “un trocito pequeño para
probar y nada más”. No, es un postre excesivo y decadente… vamos, de los que me
gustan…
Para
la masa de chocolate
100
g de harina
30
g de cacao sin azúcar
70
g de mantequilla fría
50
g de azúcar
2
yemas de huevo
Para
el caramelo
300
g de azúcar
120
ml de agua
120
g de nata 35% de material grasa
70
g de mantequilla salada (o mantequilla sin sal + 1 cuchara pequeña de sal)
Para
la ganache de chocolate
120
g de nata 35 % de material grasa
120
g de chocolate negro troceado
Comenzamos
por preparar la base de masa, haciendo un arenado con la mantequilla, el
azúcar, la harina y el cacao: como la mantequilla estará fría, al unirla a los
otros dos ingredientes se obtiene una mezcla con aspecto de arena. Formaremos
la masa al agregarle las yemas de huevo a este arenado. Esta masa no debe
amasarse más que lo justo para unir los ingredientes y tiene que dejarse
enfriar en la nevera como mínimo durante ½ hora (también se puede hacer el día
anterior, e incluso se puede congelar). Estiramos la masa para forrar el molde
en el que vayamos a hacer nuestro pastel y la llevamos al horno a 180º C
durante 15 minutos. Es importante que la pongamos en el horno con un peso por
encima para que no se hinche ni se deforme. Ponemos un trozo de papel vegetal o
de papel de plata y sobre él unos garbanzos secos, lentejas, piedrecitas, etc…
Pasados los primeros 10 minutos de horno retiramos el papel con el peso y
dejamos que se acabe de hornear. Enfriamos y reservamos.
Para
preparar el caramelo ponemos el azúcar y el agua en una olla a fuego medio y
cocinamos sin remover hasta que el azúcar se disuelva y comience a tomar color
de caramelo. Apartamos la olla del fuego y añadimos la nata con cuidado, ya que
reaccionará haciendo muchas burbujas. Volvemos al fuego y cocinamos durante un
par de minutos más, removiendo constantemente. Volvemos a retirar del fuego,
añadimos la mantequilla y removemos bien hasta que quede homogéneo. En principio
esta receta se hace con mantequilla sin sal y se le agrega una cuchara pequeña
de sal. Pero personalmente, me gusta más hacerlo con mantequilla salada, ya que
el toque de sal es más sutil y es más fácil que el sabor se reparta homogéneamente
por toda la mezcla. Dejamos que el caramelo se enfríe ligeramente y vertemos
sobre la masa de chocolate. Enfriamos en la nevera durante 4 o 5 horas. Finalmente preparamos la ganache calentando la
nata casi hasta que hierva (pero sin llegar a hervir). Vertemos en ella el
chocolate troceado, lo dejamos reposar 1 o 2 minutos y removemos con paciencia
hasta que todo el chocolate esté fundido. Ponemos el chocolate sobre el
caramelo y volvemos a la nevera durante 2 o 3 horas más antes de servir.
Podemos espolvorear la tarta con flor de sal o decorarla con lo que más nos
guste.
Excelente tarta, muy buena receta, es una de mis favoritas.
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