¡Feliz
Navidad a todos! Hoy no ponemos receta, pero no quería dejar pasar este día sin
desearos a todos una muy feliz Navidad con este pastel, inspirado en una foto
que daba vueltas por Pinterest y que espero que os guste. ¡Felices fiestas a
todos!
El blog de una adicta a los dulces obsesionada con el horno... que de vez en cuando cocina otras cosas y con otros electrodomésticos
viernes, 25 de diciembre de 2015
viernes, 18 de diciembre de 2015
Pastel de R2D2
Hoy
se estrena la nueva película de Star Wars, y además es el cumpleaños de una
personita muy especial que se merece este pastel y mucho, mucho más. Así que
manos a la obra y a hacer un R2D2, que es el personaje más entrañable de la
saga… bueno, al menos para mí.



¿A que ha quedado chulo? Que la fuerza os acompañe.
sábado, 12 de diciembre de 2015
Galletas decoradas de Navidad
Quedan solo 2 semanas para Navidad y aún no hemos preparado nada!!!! En estas fechas no sé porque todos vamos liados y lo dejamos todo para último momento... en fín, empezemos por algo fácil: unas galletas decoradas... y más de uno dirá ¿fácil? pues sí. El año pasado hicimos unas galletas de Navidad monísimas, pero que reconozco que no eran fáciles de decorar. Este año probaremos a hacer unas que están al alcance de cualquiera que sepa pintar medianamente bien.
Necesitaremos unas galletas, que podemos hacer con la misma receta (o con alguna otra que nos guste, como esta, o esta), un poco de fondant blanco, colorantes alimenticios de los que se usan para glaseados, pegamento comestible, alguna bebida alcohólica (para diluir los colorantes, luego se evaporara), pinceles y confetti de azúcar de distintos colores y formas.
Empezamos por estirar el fondant y cortarlo con los mismos cortantes que usamos para hacer las galletas. Uniremos cada galleta al fondant con un poco de pegamento comestible o con glasa, Así tenemos una base para decorar las galletas muy, muy fácil. Y luego decoramos.
Con un poco más de pegamento comestible enganchamos copos de nieve y bolitas brillantes de azúcar... nivel superfácil.
Árboles de navidad:
Con un pincel muy fino y colorante verde diluido en un poco de alcohol hacemos pequeñas pinceladas para imitar las hojas de un árbol. Podemos usar diferentes tonos para darle más realismo. Enganchamos estrellitas y bolitas brillantes de azúcar para simular la decoración del árbol. Terminamos con pequeñas motitas de colorante azul.
Bolas de navidad:
Pintamos las bolas de distintos colores diluidos y les agregamos dibujos con los colores sin diluir. Añadimos los hilos de los que colgar las bolas y pequeñas estrellitas y puntitos de colores.
Papá Noel:
Comenzamos por pintar la cara de color carne y añadirle los ojos y la nariz rosadita. Con azul muy claro hacemos la barba, bigote y si nos gusta también el poquito de espuma de las puntas de la estrella. Pintamos el resto de rojo y las puntas de negro.
Noche navideña:
Es el más complicado, porque tenemos que hacer un degradado del azul con un poquito de negro para que parezca un cielo nocturno, y esto sin pintar un círculo blanco que hará las veces de la luna (es más fácil si ponemos sobre la galleta un trocito de papel redondo del tamaño de la luna, pintamos y luego lo retiramos). Finalmente con un pincel muy fino y mucha paciencia hacemos la silueta de los árboles y del trineo con Papá Noel.
Si no nos atrevemos a hacerlo con pincel, podemos probar con un rotulador de tinta
comestible, pero habiendo dejado secar la galleta por completo antes de
probarlo, lo que puede llegar a tardar incluso un día entero.
Espero que con estas os atreváis y os pongáis todos a hacer galletas decoradas con los niños estas Navidades.
viernes, 4 de diciembre de 2015
Limoncello
Si hay un licor de frutas que le gusta prácticamente a todo aquel que lo prueba, ese es el limoncello. Contrarresta el excesivo dulzor de este tipo de licores con la acidez y frescor de los limones, lo que lo convierte en el brebaje perfecto para acabar una buena comida. Si además lo hacemos nosotros mismos, podemos sacarlo a la mesa con orgullo o incluso regalarlo, envasado en bonitas botellas, para estas fiestas. Lo más complicado de elaborar el limoncello es encontrar el alcohol apropiado: como seguramente ya sabréis (sobre todo si sois aficionados a preparar algún tipo de licor) el alcohol que se vende en las farmacias no nos sirve para elaborar bebidas, ya que lleva un amargante, precisamente para evitar que nos lo bebamos. Así que hemos de encontrar alcohol de 90º puro, o bien substituirlo por una bebida de alta graduación como el vodka, el orujo, la grappa... Yo suelo utilizar vodka, del de toda la vida, transparente, sin sabores ni colores añadidos y el resultado es magnífico. Ahí va la receta:
Ingredientes:
10 limones
10 limones
1 litro de alcohol
400 g de azúcar
500 ml de agua
Preparación:
Preparación:
Comenzamos por limpiar bien los limones, que han de ser de
la mejor calidad posible. De hecho, el secreto de un buen limoncello son los
magníficos limones de la costa Amalfitana, así que, aunque no sean de allí, por
lo menos que sean unos limones bien hermosos, no? Retiramos la corteza de los
limones con un pela patatas o una puntilla bien afilada, ya que nos interesa
quedarnos solo con la parte amarilla de la corteza, y que arrastremos la menor
cantidad posible de la parte blanca interna que recubre los limones, ya que nos
amargaría el licor. Ponemos todas las cortezas en un recipiente de cristal
junto con el alcohol, tapamos bien y lo dejamos reposar en un sitio oscuro
durante 15 días. Mientras tanto, no tiréis los limones, ya que con ellos podéis
hacer zumo y utilizarlo en el momento o congelarlo para usar en otra ocasión.
Pasados los 15 días en los que las pieles de limón estarán
macerando en el alcohol, preparamos un almíbar ligero calentando el azúcar con
el agua hasta que se disuelva completamente. Dejamos enfriar, filtramos las
cortezas de limón y unimos el alcohol al almíbar. Nos quedará una bebida de una
tonalidad amarillo verdoso opaco, muy propia del limoncello, que envasaremos en
botellas perfectamente limpias (lo mejor es hervirlas previamente) y dejaremos
reposar otros 3 días para que el azúcar suba la gradación del preparado.
Para consumirlo lo ideal es tomarlo bien frío, aunque hay quien lo toma a temperatura ambiente pues así es más aromático.
Para consumirlo lo ideal es tomarlo bien frío, aunque hay quien lo toma a temperatura ambiente pues así es más aromático.
sábado, 21 de noviembre de 2015
Natillas de caramelo
Una
conocida marca de natillas sacó al mercado hace algún tiempo unas natillas de
caramelo. Desde entonces mi hijo no para de pedirme natillas de caramelo y como
no me gusta mucho comprarle postres industriales, tenía que hacerlas en casa… y
tenían que saber igual, porque de lo contrario continuaría queriendo que las
comprase hechas. Así que me puse a hacer pruebas, hasta dar con unas natillas
que saben igual, pero que no llevan ni colorantes, ni conservantes, ni ninguna
de todas las porquerías que tanto les gustan a los niños.
La receta base es la
de unas natillas normales, pero la empezaremos preparando un caramelo, que le
dará color y sabor. Además en unas natillas normales comenzaríamos por
infusionar en la leche caliente un palito de canela y/o un trocito de cáscara
de naranja o de limón, mientras que en ésta no los ponemos para no enmascarar
el sabor a caramelo. En su lugar podemos potenciar el sabor con unas gotas de
esencia de caramelo líquida, pero no es imprescindible, las pondremos solo si
queremos un sabor profundo a caramelo (como era mi caso).
Ingredientes:
200 g de azúcar
1 l de leche
3 yemas de huevo
3 cucharas grandes de maizena
1 cuchara pequeña de esencia de caramelo
Preparación:
Antes de empezar debemos tener todos los ingredientes a mano
y listos para usar, porque una vez tengamos el caramelo preparado, debemos
añadir el resto de ingredientes bastante rápido. Por eso recomiendo que
empecemos por batir las yemas, añadirles la maizena y diluir todo en un poco de
leche. El resto de leche la calentaremos y reservamos ambas preparaciones.
Entonces pasamos a hacer el caramelo, calentando el azúcar con unas gotas de agua.
Es muy importante no quemarlo: en mis primeras pruebas dejé que adquiriese un
color demasiado fuerte y esto cambiaba el gusto, hasta hacerlo incluso un poco
amargo. El caramelo estará listo cuando apenas comience a tomar color marrón
claro. En este momento añadiremos la leche caliente, poco a poco y con mucho
cuidado de no quemarnos, ya que burbujea muchísimo. Removemos de forma
constante para que se disuelva el caramelo y añadimos la mezcla de yemas con
maizena. Continuamos removiendo sobre el fuego suave hasta hierva y a partir de
allí un par de minutos hasta que espese. Retiramos del fuego y añadimos la
esencia de caramelo. Repartimos en tarrinas individuales y dejamos enfriar,
primero a temperatura ambiente y luego en la nevera. Y cuando ya estén frías
las podemos disfrutar como postre o para merendar…
Ah! Y como siempre os digo,
no tiréis las claras de huevo, que pueden congelarse y usarse más adelante para
hacer otras muchas preparaciones como unos macarons, una Pavlova, un angel cake…
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