viernes, 16 de mayo de 2014

Pastel Avión




¡Uf! ¡Cuántos días sin escribir nada! Es que he estado un poco ocupada, haciendo entre otras cosas, el pastel que os presento hoy.
 


Hacer un avión con el propio pastel me parecía una tarea imposible (a no ser que tuviese unas dimensiones que estaban muy por encima de lo que necesitábamos en este caso). Por lo que consideré que era el momento apropiado para probar lo que los americanos llaman “rice krispie treats”. Se trata de una pasta de cereales de arroz y nubes, que puede modelarse, dándole la forma que queramos. Tiene buen sabor, poco peso y nos permite un modelado más sencillo que el de un bizcocho con cuchillo. Es muy fácil, aquí va la receta:
 


Ingredientes:
140 g de nubes o marshmallows
3 tazas de cereales de arroz inflado (también valen los que llevan chocolate o incluso los de trigo inflado)
2 cucharas soperas de mantequilla sin sal


Preparación:
Ponemos en una olla a fuego muy suave la mantequilla hasta que se derrita. Agregamos las nubes y removemos constantemente hasta que se deshagan, lo cual nos llevará unos 5 minutos. Apartamos del fuego y añadimos los cereales.
Removemos muy bien y dejamos enfriar unos minutos, lo suficiente para no quemarnos al tocarlo. Nos engrasamos bien las manos con un poco de mantequilla y trabajamos la pasta como si fuese la plastilina de los niños, para darle la forma que deseamos, en este caso, un avión, es decir: el cuerpo del avión, las alas, los motores, etc. Si tenemos moldes de silicona, también nos sirven; como veis, en mi primera prueba lo intenté con unos corazones.



Dejamos secar nuestras figuras durante 24 horas, hasta que obtengan la consistencia de una barrita de cereales y procedemos a alisar las superficies. Para ello rellenamos los huecos que queden en las figuras cubriéndolos con pequeños pegotes del mismo fondant con el que luego lo vayamos a cubrir.
 


Cortamos las piezas que lo necesiten con un cuchillo: por ejemplo para las alas hacemos unas planchas lisas de cereales, que luego cortamos a la medida que nos interese. Cubrimos luego toda la superficie de nuestras piezas con fondant, en este caso blanco, y las pegamos entre si con glasé real. Finalmente con un rotulador comestible hacemos todos los detalles, desde las puertas y ventanas, hasta las ruedas o los motores.



Y lo ponemos encima del pastel… ah! claro, de hornear el pastel no nos libramos. En este caso, por si os interesa saberlo, se trata de un pastel de chocolate negro relleno de ganache de chocolate blanco con frambuesa (tengo últimamente una obsesión con las frambuesas!!!), para chuparse los dedos. Lleva su mini pista de aterrizaje y un cielo con nubes. A ver quien se atreve a hacerlo!


No hay comentarios:

Publicar un comentario