Por muy de moda que esté la pastelería anglosajona, he de
reconocer que la que más me gusta es la pastelería francesa (estoy segura que
muchos estaréis de acuerdo conmigo). Quizás no resulte tan vistosa, pero en
sabor y textura, no hay comparación posible. Y dentro de las delicias de la
pastelería francesa, el “Puits d’amour” es una de las especialidades que me
vuelve loca… me atrevería a decir incluso que es mi favorita.
Es muy dulce,
pero no muy graso, lo que hace que su sabor y su textura sean muy, muy, muy
delicados (lo contrario a la crema de mantequilla de los cupcakes, que a estas
alturas ya sabréis que no soporto). Y si a alguien le tira para atrás eso de
que sea muy dulce, os animo a probarlo con frutos rojos en lugar de manzanas,
que hacen que quede ácido y delicioso.
Ingredientes:
Para la masa sucreé
130 g
de harina
70 g
de mantequilla fría
50 g
de azúcar glass
2 yemas de huevo
Para el relleno
1 kg
de manzanas verdes
azúcar a gusto
Calvados a gusto
Para la crema chiboust
250 ml de leche caliente
4 huevos
240 g
de azúcar
20 g
de harina de maíz
3 hojas de gelatina pequeñas
1 cuchara pequeña de vainilla líquida o en pasta
Preparación:
En primer lugar preparamos la base de masa, haciendo un
arenado con la mantequilla, el azúcar y la harina: esto significa que, como la
mantequilla estará fría, al unirla a los otros dos ingredientes se obtiene una
mezcla con aspecto de arena. Formaremos la masa al agregarle las yemas de huevo
a este arenado. Esta masa, que no debe amasarse más que lo justo para unir los
ingredientes y tiene que dejarse enfriar en la nevera como mínimo durante ½
hora (también se puede hacer el día anterior, e incluso se puede congelar).
Estiramos la masa para forrar el molde en el que vayamos a hacer nuestro pastel
y la llevamos al horno a 180º C durante 15 minutos. Es importante que la
pongamos en el horno con un peso por encima para que no se hinche ni se
deforme. Normalmente se pone un trozo de papel vegetal o de papel de plata y
sobre él unos garbanzos secos, pero vale cualquier cosa que se os ocurra,
siempre que no altere ni humedezca la masa (he visto poner frijoles, lentejas e
incluso piedras!)
Por otra parte preparamos el relleno de fruta, para lo cual
cortamos las manzanas en rodajas finas y las hacemos a la sartén a fuego suave
con un poco de azúcar, hasta que caramelicen. Flambeamos con el calvados (si no
tenemos podemos usar brandy, o cualquier otro licor que nos apetezca) y dejamos
enfriar. La receta original es con manzanas, pero en alguna ocasión he
utilizado peras, que quedan más dulces, o frutos rojos, que quedan más ácidos,
y tengo que decir que en ambos casos resulta exquisita también.
Luego toca hacer la crema, para lo cual, en una olla que
pueda ir al fuego, unimos las yemas (sin claras, que las usaremos después), la mitad
del azúcar (también usaremos el resto más tarde) y la harina de maíz (maizena)
y le agregamos la leche caliente, removiendo sobre el fuego (suave)
constantemente, hasta que espese. No os agobiéis que no lleva mucho tiempo,
apenas unos pocos minutos. Quedará algo muy parecido a la crema pastelera, pero
más fina, y antes de que enfríe, le agregamos las hojas de gelatina
(previamente hidratadas y escurridas) removiendo enérgicamente. Añadimos
también la vainilla y cubrimos la crema con un trozo de film transparente para
que no forme una capa dura por encima mientras se enfría.
Mientras tanto,
montamos las claras a punto de nieve, y una vez estén bien firmes, les
agregamos el resto del azúcar para formar un merengue simple. Unimos este
merengue a la preparación anterior (que debería haber enfriado un poco, pero no
tanto como para que empiece a cuajar la gelatina), incorporándolo poco a poco,
para que no pierda cuerpo. Deberíamos obtener una crema muy fina y sin grumos.
Finalmente montamos el pastel colocando las manzanas sobre
la masa sucreé y sobre ellas la crema chiboust. Espolvoreamos un poco de azúcar
para poder quemarla con el soplete y la refrigeramos hasta el momento de
servir.
Parezco Homer Simpson de cómo estoy salivando…
Parecía que seria demasiado y misteriosamente. ..desapareció
ResponderEliminarAmena cena de amigos, pero durante el momento de comer el postre lo único que se oyo repetidas veces fue QUE BUENO QUE ESTA!!!!!!!
Cuanto me alegro!
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