Existen
diferentes formas de decorar un pastel cubierto con fondant cuando queremos que
represente un personaje de dibujos. Por supuesto que podemos optar por las
figuras en 3d como en el pastel de la Princesa Sofía, o hacer que el propio pastel
tenga la forma del personaje, como en el de Hello Kitty que podemos ver es esta entrada, o como en el del violín. Pero los que vemos con más
frecuencia son dibujos en dos dimensiones colocados sobre el pastel. En estos
casos podemos realizar el dibujo como si armáramos un puzle con trozos de
fondant de diferentes colores que hacemos encajar hasta lograr la imagen que
queremos, como hemos visto en el de Dora la exploradora o el del águila que vemos en esta entrada, o el de San Valentín. Pero esta vez os enseño otras dos opciones:
el dibujo a mano sobre fondant y el papel de azúcar. Para ello os enseño dos
formas diferentes de hacer pasteles con motivos de Frozen.
El
dibujo a mano obviamente requiere que seamos mínimamente hábiles dibujando,
pero el resultado vale la pena no solo por lo bonito, sino también por lo
artesanal y único que es… sin duda es un trabajo hecho con amor.
En
primer lugar hemos de estirar un trozo de fondant blanco de un tamaño similar
al dibujo que queremos copiar y recortar el contorno, exactamente, con todos
sus detalles.
A continuación, utilizando un rotulador negro de tinta comestible
marcamos todos los contornos y detalles del dibujo. En este punto hemos de ser
muy precisos, porque como podemos imaginarnos, no existe goma de borrar que
podamos utilizar en estos casos… es decir que si nos equivocamos, tenemos que
volver a empezar, que es el enorme problema de este método, que por lo demás me
encanta.
Una vez tenemos nuestros dibujos pasamos a utilizar colores
comestibles y una batería de pinceles muy finos para dar color a nuestros
motivos.
Los dejamos secar y cuando tenemos hecho el pastel y cubierto con
fondant, los colocamos sobre el mismo. Tiene la ventaja de poder hacerse con
antelación y de permitirnos ser imaginativos a la hora de hacer una composición
o de modificar algún detalle del dibujo.
El
papel de azúcar es infinitamente más sencillo. Solo tenemos que ir a una tienda
de pastelería donde tengan una impresora con tinta comestible y pedir que nos
lo impriman (o pedirlos por internet).
Más que fácil… pero hay que tener en
cuenta un par de detalles: el papel de azúcar se humedece con mucha facilidad,
y si eso sucede se vuelve muy difícil de manipular. Doy fe, un desastre, con la
humedad que tenemos en Barcelona, incluso de un día para otro puede quedar
inservible. Por ello es recomendable dejar la impresión del dibujo para el
ultimísimo momento, cuando ya tengamos el pastel hecho y cubierto con fondant y
todos los demás adornos que queramos ponerle, ya preparados. Porque esa es la
otra cuestión: para que el acabado sea bonito, hemos de ponerle “algo”
alrededor que disimule los bordes del papel, como un adorno hecho con manga pastelera
y un frosting, unos sprinkles, o como en este caso, copos de nieve hechos con
fondant.
En
fin, que ahora ya lo sabéis, si os animáis a hacer un pastel de este tipo,
existen opciones más sencillas y otras más complicadas; unas que requieren
habilidades especiales y otras que no y podemos elegir según nos veamos capaces
o según el tiempo o los recursos de que dispongamos. ¡Hasta la próxima!
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