Estoy
segura de que todos habéis visto ya montones de ideas con las que hacer dulces
para Halloween (no se por qué ahora tenemos que celebrar tantas fiestas ajenas,
pero mientras se trate de celebrar, y además con dulces, no voy a quejarme).
Algunas de ellas son fáciles, otras complicadas, algunas deliciosas, otras de
dudoso gusto, pero todo el mundo se ha apuntado al carro de hacer monstruos,
fantasmas, arañas y brujas. Y no voy a ser menos, de hecho me apunto con dos
ideas en un mismo post: cupcakes y cakepops, que ya que estamos con una fiesta
anglosajona, pues dulces anglosajones!
Y
no voy a daros una receta propiamente dicha, ya que podemos hacerlos más o
menos complicados, dependiendo de las habilidades y las ganas que tengamos,
pero lo importante es que puede hacerse incluso sin haber horneado nada. Me
explico: para mis cakepops, yo he utilizado un bizcocho de fresa, casero of
course, y una crema de mantequilla de fresa, también casera, porque sí, porque
me gusta.
Pero podría haber utilizado un bizcocho normalito comprado en el
supermercado y un tarro de crema de chocolate con avellanas, de dulce de leche,
de mascarpone, o de buttercream comprada (que ahora también la encontramos
hasta en el super). Por eso no pondré receta del bizcocho ni la crema, porque
pueden hacerse con cualquiera, y eso es importante que lo tengamos muy en
cuenta; depende de nuestros gustos, nuestras habilidades y nuestras ganas de
cocinar. Lo mismo con los cupcakes, podéis hacerlos siguiendo alguna de las
recetas que encontraréis en este blog, o en cualquier otro sitio, o comprar un
paquete de preparado para cupcakes comercial.
Empezaremos
con los cakepops, para lo cual troceamos el bizcocho con las manos hasta
hacerlo migas. Añadimos la crema de nuestra elección para hacer con él una masa
que podamos moldear con las manos. Y no pongo cantidades, porque dependen de lo
húmedo que sea nuestro bizcocho y del tipo de crema que elijamos. Debemos ir
añadiendo la crema poco a poco hasta que veamos que formamos una pasta que ni
se desmigaja por falta de humedad, ni se nos queda pegada a las manos por
exceso de ella. Hacemos unas bolitas de la masa, del tamaño de una pelota de
golf, más o menos, y las enfriamos en la nevera para que queden firmes.
Fundimos un poco de chocolate (yo utilicé chocolate blanco, pero puede ser el
que más os guste) y para evitar que nuestros pops caigan del palito y rueden
por toda la cocina lo primero que haremos es mojar la punta de cada palito en
el chocolate fundido y clavarla en cada bolita… Empiezo a cansarme del
diminutivo…Enfriamos hasta que queden bien sujetos y luego continuamos bañando
toda la superficie del pop en el chocolate. Escurrimos el exceso dando suaves
golpecitos sobre el palito y pinchamos cada palito sobre una base de porexpan,
esponja o lo que sea que tengáis donde puedan pincharse y quedarse de pie. Los
llevamos a la nevera y dejamos que se vuelvan a enfriar hasta que el chocolate
esté firme.
Ahora ya podemos decorarlos. Para hacer los fantasmas utilicé un
poco de fondant blanco y otro poco de negro y aunque la palabra fondant pueda
asustaros os aseguro que, de verdad, esto pueden hacerlo los niños. Y además
ahora venden fondant hasta en el supermercado!!!! En fin, estiramos un poco de
fondant blanco con un rodillo (o si sois tan poco cocinillas que no tenéis ni
rodillo, con una botella) y cortamos con un cuchillo un disco de más o menos 10
cm de diámetro pero irregular, es decir, que no vayáis corriendo a buscar el
compás, que no os hará ninguna falta, quedará mejor si no es perfecto.
Colocamos el “casicírculo” de fondant blanco sobre un cakepop como si fuera la
sábana del fantasma y lo mismo hacemos con cada uno de los pops. Finalmente
hacemos pequeñas bolitas de fondant negro y las aplastamos para que parezcan
los ojos.
Para los cupcakes, una vez los tenemos horneados, los dejamos enfriar
y los cubrimos con la crema de nuestra elección, teñida de violeta, que es más
“jalogüinero”. Entonces recurrimos una vez más al fondant para decorarlos. Para
hacer los gorros de brujas cortamos un disco de fondant negro para la base y
hacemos un cono con más fondant negro para el cuerpo del sombrero. Le doblamos
un poco la punta y con un poquito de fondant amarillo hacemos la hebilla.
Para
las calabazas, hacemos bolitas de fondant naranja, las aplastamos un poco y con
una esteca (o en su defecto, un palillo) les marcamos las estrías propias de la
calabaza. Finalmente con fondant verde hacemos los pedúnculos y zarcillos.
Pegamos todo, lo ponemos sobre los cupcakes y ya está. Happy Halloween!
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