sábado, 8 de febrero de 2014

Rollos de canela




Algunos domingos cuando me levanto por la mañana no hay nada que me apetezca más que un bollo dulce, calentito y aromático en mi desayuno.





Y también los sábados, y los jueves y los lunes… porque ¿qué hay mejor que empezar el día con un rollo de canela? pues empezarlo con un rollo de canela calentito. Me gusta prepararlos en terrinas individuales, lo que los hace más fáciles de servir, aunque también los he visto (y en mis primeros intentos los he hecho) en fuentes grandes.





 

Ingredientes:

160 ml de leche
50 g de mantequilla
5 g de levadura fresca
50 g de azúcar blanco
450 g de harina
1 pizca de sal
2 huevos grandes
100 g de azúcar moreno
1 cuchara extra de harina
80 g más de mantequilla fría
2 cucharas pequeñas de canela
½ cuchara pequeña de nuez moscada
½ cuchara pequeña de jengibre en polvo
azúcar glasé y leche evaporada para pintar

 





Preparación:

Fundimos la mantequilla y le añadimos la leche asegurándonos que la mezcla resultante tenga una temperatura de unos 37 o 40º C. Le añadimos el azúcar blanco y la levadura, removemos y dejamos reposar 5 minutos o hasta que haga espuma.
Mezclamos la harina con la sal y le añadimos la mezcla anterior. Finalmente agregamos los huevos y formamos una masa, que hemos de trabajar unos minutos hasta que quede elástica y no se nos pegue a las manos. La dejamos reposar hasta doblar su volumen, tapada y en un rincón de la cocina donde no tengamos corrientes de aire. 







Mientras, cortaremos los 80 g de mantequilla fría en trozos muy pequeños y los uniremos con el azúcar moreno, la cuchara de harina y las especias hasta que tengan el aspecto de migas. Pasado el tiempo de reposo de la masa, la estiramos con un rodillo para obtener un cuadrado, sobre el que dispondremos la mezcla de especias. Enrollamos la masa formando un tubo que cortaremos en porciones de unos 3 dedos de ancho y que dispondremos en recipientes individuales que puedan ir al horno.





 Dejamos reposar otra vez hasta que doblen su volumen, pintamos los rollitos con un poco de leche evaporada y los llevamos al horno a 190º C hasta que tengan un bonito color dorado, lo cual nos llevará unos 15 o 20 minutos.







Al sacarlos del horno podemos salpicarlos con una mezcla hecha con un poco de azúcar glasé y leche evaporada, y ya están.
Y si los hacéis el día anterior y los queréis calentitos para desayunar, basta con ponerlos unos minutos en el horno y parecerán recién hechos. ¡Buen provecho!

2 comentarios:

  1. Hola Bea!
    Que buena pinta que tienen estos rollos!
    Aunque no nos conocemos te deseo todo lo mejor en esta nueva etapa como blogger!

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  2. Gracias Cintia!
    Habrá que arreglar eso de que no nos conozcamos. Un abrazo!

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