Aprovechando
que empieza a hacer fresquito y ya no estáis todas locas con las dietas (no me
incluyo, porque paso totalmente del tema), os traigo una receta de esas que
engordan sin contemplaciones, que de sano no tienen nada y que son puro placer.
Seguramente más de uno dirá “¿salsa de caramelo salada?”, pues sí, a nosotros
puede sonarnos a tema novedoso, pero en otras latitudes son muy aficionados y
tiene su lógica, ya que la sal resalta los sabores, incluso de los dulces, y
muy particularmente del chocolate. La receta no es mía, la copié (ah!), pero no
os puedo decir de donde, porque ni me acuerdo. En cualquier caso, vale la pena.
Ingredientes
para la salsa de caramelo salada:
200
g de azúcar
90
g de mantequilla salada
120
ml de nata
1
cuchara pequeña de sal
Preparación:
Calentamos
el azúcar en una olla, removiendo lo menos posible, hasta que tome color
dorado. Cuando esté completamente fundida agregamos la mantequilla, cortada en
daditos, removiendo constantemente y con mucho cuidado de no quemarnos. Una vez
esté fundida la mantequilla, añadimos la nata, y ahora sí que hemos de tener
mucho cuidado porque la diferencia de
temperatura hará que se formen muchas burbujas y puede saltar. Mezclamos
vigorosamente y dejamos que hierva durante 1 o 2 minutos. Retiramos del fuego y
añadimos la sal. Envasamos y dejamos enfriar antes de usar.
Ingredientes
para los muffins de chocolate:
280
g de harina
60
g de cacao en polvo
150
g de azúcar
1
cuchara pequeña de impulsor
½
cuchara pequeña de sal
115
g de mantequilla (ésta, como siempre, sin sal)
240
ml de leche
120
ml de nata
2
huevos
1
cuchara pequeña de vainilla líquida
100
g de pepitas de chocolate
Preparación:
Unimos
todos los ingredientes secos: la harina tamizada, el cacao, el impulsor, la sal
y el azúcar. Fundimos la mantequilla y batimos los huevos. Añadimos a la mezcla
seca los ingredientes húmedos: mantequilla, huevos, leche, nata y vainilla.
Mezclamos bien y por último añadimos las pepitas de chocolate. Repartimos la
mezcla en 12 moldes para muffins (dentro de su bandeja, para que no se
deformen) y horneamos a 180º C durante
unos 20 minutos, o hasta que estén cocidos.
Los
desmoldamos para que el papel no se humedezca y se separe y los dejamos enfriar
sobre una rejilla. Una vez fríos hacemos un hueco en cada muffin con un émbolo
de los que se usan para este fin, o con un descorazonador de manzanas.
Finalmente rellenamos el agujero con la salsa de caramelo salada, dejando que
caiga, chorree y deje nuestros muffins decadentemente pegajosos…
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