Al
fin ha llegado el otoño, un momento del año en que resulta especialmente
gratificante hornear recetas clásicas, de esas que hacen que toda la casa huela
a canela y a vainilla. Y entre ellas, una de las más reconfortantes y
deliciosas es el crumble de manzana.
Ideal para merendar, con su capa crujiente por encima y la deliciosa fruta por dentro. Suele hacerse con manzanas reineta, pero si donde vivís no las hay, no pasa nada os servirá cualquier variedad de manzana verde… o la que más os guste.
Ideal para merendar, con su capa crujiente por encima y la deliciosa fruta por dentro. Suele hacerse con manzanas reineta, pero si donde vivís no las hay, no pasa nada os servirá cualquier variedad de manzana verde… o la que más os guste.
Ingredientes
para la masa inferior:
120
g de mantequilla a temperatura ambiente
160
g de azúcar
1
cuchara pequeña de vainilla líquida o en pasta
4
huevos
240
g de harina
1
cuchara pequeña de impulsor
120
g de almendra molida
Ingredientes
para el arenado superior:
120
g de harina
120
g de avena en copos
200
g de azúcar moreno
145
g de mantequilla fría
Ingredientes
para el relleno:
Entre
8 y 10 manzanas reineta
Zumo
de limón
Mantequilla
½
cuchara pequeña de canela
Preparación:
Comenzamos
por preparar las manzanas. Las cortamos en cubitos, las rociamos con un poco de
zumo de limón y las doramos en la sartén con un poco de mantequilla y las
especias hasta que se caramelicen un poco (cosa que podemos facilitar agregando
un poco de azúcar). Las dejamos enfriar completamente antes de utilizarlas.
A
continuación preparamos el arenado, mezclando todos los ingredientes con las
manos hasta que tengan un aspecto arenoso. Lo llevamos a la nevera para que al
utilizarlo esté bien frío. Mientras preparamos la masa inferior, para lo cual
batimos la mantequilla con el azúcar y la vainilla hasta formar una pasta.
Añadimos los huevos, uno a uno; luego la harina, el impulsor y finalmente la
almendra. Formamos así la masa, con la que cubrimos el fondo del molde en el
que hornearemos nuestro crumble, que previamente habremos cubierto con papel de
hornear. Cubrimos la masa con las manzanas y finalmente espolvoreamos toda la
superficie con el arenado. Horneamos a 180º C durante unos 40 o 50 minutos.
Una
variante deliciosa de este crumble se hace utilizando frutos rojos congelados:
los mezclamos con un poco de azúcar y los utilizamos tal cual, sin descongelar,
como hicimos en las tartas de frutos del bosque. Ambas versiones son
deliciosas.
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