Esta es una
receta estupenda para el verano… super ligera… cero calorías, ja ja ja!!
Es que no puedo evitarlo, en estos días veo a todo el mundo poniendo en sus blogs recetas de helados, polos, batidos, pero a mí me sigue apeteciendo zamparme un pastel, cuanto más calórico, mejor. No tengo remedio. Y este pastel es una auténtica bomba, de esos que las personas normales solo comen un trocito diminuto… las personas normales, yo no… Lleva una base de bizcocho de chocolate, un cuerpo de pastel de queso y para cubrirlo una capa de chantilly, rematada por unas virutas de chocolate… casi nada… Pero teniendo en cuenta que en casa solo somos 3, lo he hecho pequeño, que tampoco es cuestión de pasarse. He usado un molde de unos 17 cm de diámetro, y estas son las cantidades que os doy. Si sois muchos, o sois aún más golosos que yo, siempre podéis doblar las cantidades y hacerlo más grande… pero después no me echéis a mí las culpas de no poder poneros el bikini…
Ingredientes
de la base de chocolate:
25 g de
cacao
1 huevo
50 g de maizena
25 g de
mantequilla
50 g de
azúcar
1 cuchara
pequeña de impulsor
Ingredientes
para el cuerpo de queso:
300 g de
queso para untar (tipo Philadelphia)
2 huevos
100 g de
nata
1 cuchara
grande de maizena
50 g de
azúcar
Para el
chantilly:
100 g de
nata
1 cuchara
grande de azúcar
½ cuchara
pequeña de vainilla líquida
Virutas de
chocolate
Preparación:
Comenzamos
preparando la base de chocolate, para lo que mezclamos la mantequilla con el
azúcar hasta integrar completamente, añadimos el huevo y por último la maizena,
el impulsor y el cacao. Ponemos la mezcla en un molde desmontable de 17 cm de
diámetro, forrado con papel sulfurizado y llevamos al horno a 220º C durante 15
minutos, que es más que suficiente para preparar la parte de queso.
Mientras se
hornea la base de chocolate mezclamos todos los ingredientes para el cuerpo de
queso en el robot o batidora, hasta obtener una textura homogénea. Pasados los
15 minutos sacamos del horno la base de chocolate y vertemos sobre ella la
mezcla de queso. Volvemos el pastel al horno pero esta vez a 180º C durante una
hora, o hasta que la mezcla cuaje, es decir, que al pincharla con un palillo,
éste salga seco.
Dejamos
enfriar un rato, sin desmoldarlo, hasta que podamos llevarlo a la nevera.
Después lo dejamos reposar y enfriar completamente en la nevera, como mínimo
durante una hora antes de desmoldarlo y cubrirlo con el chantilly, que haremos
montando la nata hasta que quede bien firme y añadiéndole luego el azúcar y la
vainilla. Finalmente cubriremos con las virutas de chocolate. Podemos
comprarlas tal cual, pero a mí me gustan mucho más las virutas de verdad, las
que se hacen en casa rascando con un cuchillo una tableta de chocolate (como
mínimo del 70% de cacao). Tienen mucho mejor sabor que las compradas y a mí me
parecen más bonitas y delicadas. Y ya está, a disfrutarlo sin pensar en las calorías!
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