Se me nota
mucho que soy muy golosa… me da vergüenza llevar ya tantas recetas dulces y tan
pocas saladas. Así que hoy toca una salada, de esas recetas comodín, que lo
mismo valen para un desayuno, que para acompañar una cena de picoteo o formar
parte de un picnic. Son facilísimos de hacer, apenas si nos retendrán un ratito
en la cocina y además están buenísimos… y si sois de los que tienen macetas con
hierbas frescas en casa, además se hacen con ingredientes que todos tenemos
normalmente en la cocina (y sino podemos probar de hacerlos con hierbas secas, ¿por
qué no?)
Ingredientes:
125 g de
mantequilla
350 g de
harina
3 cucharas
pequeñas de impulsor
1 cuchara
pequeña de sal
½ manojo de
cebollino
½ manojo de
perejil
1 cuchara de
hojas de orégano
125 g de emmenthal
rallado
250 ml de
leche
2 huevos
Semillas de
linaza para decorar
Preparación:
Primero
derretimos la mantequilla al microondas y reservamos. Mezclamos la harina con
el impulsor y la sal y le añadimos las hierbas bien limpias, secas y picadas.
En otro recipiente batimos los huevos con la leche. Finalmente unimos la
harina, con los huevos y la mantequilla.
Preparamos
una bandeja para 12 muffins con sus correspondientes cápsulas (o si lo
preferimos, untamos la bandeja con aceite y la espolvoreamos con pan rallado) y
repartimos la masa. Espolvoreamos cada muffin con un poco de queso rallado y
unas semillas de linaza. Horneamos a 200º C entre 20 y 30 minutos, hasta que
tomen un leve color dorado. Una vez horneados, los dejamos enfriar sobre una
rejilla.
Y solo nos
queda preparar el desayuno, o el picnic, o lo que sea para disfrutar de estos
tiernos y sabrosos muffins.
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