Me ha dado un ataque primaveral… pero no de esos tan
desagradables de alergias, picores y ojos llorosos, sino que me han empezado a
salir flores por todas partes… hasta en los pasteles. Y como son flores de
azúcar no provocan alergias y endulzan el día.
Todas estas flores están hechas con fondant, utilizando
diferentes moldes y cortadores con expulsor, que a la vez les dan textura.
Antes de colocarlas sobre el pastel hay que dejarlas secar sobre un soporte que
nos permita darles forma, para lo cual existen en el mercado montones de
utensilios. Pero un poco porque ya no tengo más espacio (y eso que mi cocina es
grande), y otro poco porque el dispendio sería enorme, utilicé para esto bases
de pasteles de cartón flexibles dobladas para darles la forma que me
interesaba, así como tazas y cuencos pequeños, lo que además me permitió darles
distintas formas.
Para elaborar este pastel utilizamos dos moldes, uno de 24 cm de diámetro y el otro
de 13 cm. Necesitamos también un montón de fondant
blanco, beige, fucsia, amarillo, marrón y verde.
Ingredientes para el bizcocho:
8 huevos
240 g
de azúcar
240 g
de harina
2 cucharas pequeñas de impulsor
1 cuchara pequeña de sal
20 g
de pasta de frambuesas Home Chef
Preparación:
Batimos los huevos junto con el azúcar en el robot hasta que
la mezcla triplique su volumen. Añadimos la pasta de frambuesas y mezclamos
bien. La cantidad de pasta de frambuesas puede variar en función de nuestros
gustos y si queremos que el bizcocho tenga más color sin alterar el sabor,
podemos añadir un poco de colorante.
Por último incorporamos poco a poco la
harina, el impulsor y la sal, tamizadas. Repartimos la mezcla en los dos moldes
y horneamos a 180º C hasta que al pinchar los bizcochos con un palillo, éste
salga limpio. Desmoldamos, dejamos enfriar sobre una rejilla y preparamos
el almíbar con el que mojaremos el bizcocho, calentando simplemente agua y
azúcar a partes iguales hasta que se disuelva completamente. Dejamos enfriar y
preparamos el ganache de chocolate. Para ello calentamos nata para montar (35%
de materia grasa) casi hasta el punto de ebullición, apartamos del fuego y
añadimos el chocolate negro troceado. Removemos suavemente hasta que el
chocolate se haya fundido totalmente y dejamos enfriar en la nevera. En cuanto
a las proporciones de nata y chocolate, existe bastante controversia, yo
normalmente los pongo a partes iguales, pero dependiendo del chocolate
utilizado podemos necesitar aumentar la proporción de chocolate para obtener
una consistencia que nos permita cubrir el pastel con el fondant sin que se
deforme.
Igualamos la altura de los bizcochos con una lira. También
con la lira los abrimos a la mitad. Los mojamos con el almíbar y los rellenamos
con el ganache. Y ahora viene la parte más importante para que el aspecto de
nuestros pasteles sea el deseado: cubrimos con el ganache, ayudándonos de una
espátula grande, de forma que tanto la parte superior como los lados nos queden
lo más lisos posibles, Si nos quedan irregulares, al poner encima el fondant se
notarán las irregularidades. Para ello debemos tener paciencia y no pretender
que nos quede perfecto a la primera pasada. Lo normal es tener que darle como
mínimo dos capas de ganache y dejar enfriar los pasteles entre capa y capa.
Cuando está perfectamente liso y frío, podemos cubrirlo con el fondant blanco.
Colocamos luego un pastel sobre el otro, bien centrado y hacemos unas tiras de
fondant de color beige para poner en la base de cada piso. Finalmente añadimos
las flores, enganchándolas con un poco de glasé real.
Y ahora sí, podemos decir que ya ha empezado oficialmente la
primavera :)
Que buena pinta!!!! Me tengo que poner con el tema del fondant, veo que se pueden hacer verdaderas maravillas.
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