Receta
de última hora: el tronco de navidad, o Bûche de Noël, un clásico en estas
fechas, que tiene la gracia de admitir muchas variantes.
Si bien los más
clásicos se hacen con un bizcocho sencillo y se rellenan de chocolate, café, castañas
o praliné, podemos dejar volar nuestra imaginación y darle tanto al bizcocho
como al relleno el sabor que más nos guste. Como la familia es grande, yo hice
dos: uno con un bizcocho aromatizado con vainilla y relleno con dulce de leche
(para los más golosos); otro con un bizcocho aromatizado con fresa y relleno de
mousse de chocolate. Ambos, por supuesto van cubiertos de chocolate, al que se
le hacen marcas con un tenedor para darle la apariencia de tronco. Os invito a
intentar esta receta, cuya base es el pionono, un bizcocho de solo tres
ingredientes, al que se trata de una manera un poco diferente.
Ingredientes:
6
huevos
100
g de azúcar
100
g de harina
Preparación:
Comenzamos
por separar las claras de las yemas. Batimos las yemas junto con el azúcar
hasta blanquearlas. Tamizamos la harina y la añadimos a las yemas mezclando
hasta que esté perfectamente integrada. Si queremos aromatizar nuestro
bizcocho, este es el momento de agregar una cuchara pequeña del de nuestra
elección.
Montamos las claras a punto de nieve y también las añadimos a la
mezcla, pero con mucho cuidado, con movimientos envolventes para que no pierdan
su volumen. Sobre la bandeja del horno, o cualquier otra fuente de horno lo
bastante grande, ponemos una hoja de papel para hornear, que la cubra
completamente y vertemos la mezcla, distribuyéndola uniformemente por toda la
superficie. Horneamos a 200º C durante apenas 10 minutos.
Al
sacar nuestro pionono del horno, debemos tener preparado un paño de cocina
húmedo y espolvoreado con un poco de azúcar, sobre el cual volcaremos el
bizcocho. Le quitamos con cuidado el papel y lo enroscamos, ayudándonos con el
paño y comenzando por un extremo, hasta obtener la forma de un tronco. Lo
dejamos enfriar completamente antes de proceder a rellenarlo. Para ello lo
abrimos, le cortamos las puntas y le ponemos el relleno de nuestra elección.
Volvemos a enroscar y hacemos lo mismo con las puntas que hemos cortado, para
engancharlas luego al tronco, con un poco del relleno, para que imite las
ramas. Finalmente cubrimos con chocolate fundido y antes de que se seque le
hacemos con un tenedor las marcas que imitan la corteza del tronco.
Lo
adornamos con lo que se nos ocurra (hojas de acebo comestibles, por ejemplo) y
a celebrar la Navidad!. Que tengáis todos muy felices fiestas!
No hay comentarios:
Publicar un comentario