domingo, 14 de diciembre de 2014

Turrones




 

En España tenemos unos turrones comerciales de excelente calidad, lo que nos haría a todos pensar que no está muy justificado ponerse a preparar turrones caseros. Pero cuando le dices a alguien que el turrón lo has hecho tu mism@, con tus propias manitas, tu interlocutor abre los ojos como platos y te dice "En serio???", sin saber el pobre que algunos turrones son realmente muy fáciles de hacer.



 

Concretamente hoy os enseño dos recetas que son las versiones más sencillas que os podáis imaginar del turrón de yema y del de jijona. Lo más importante a considerar es la calidad de los ingredientes que utilicéis, sobre todo de la almendra. Lo ideal es comprar la almendra entera y cruda, y en el caso del turrón de jijona, tostarla ligeramente en el horno a 200ª C durante 5 minutos (esto no es necesario para el de yema). Luego tendremos que molerla en el robot de cocina. Si no queréis hacer este paso, siempre podéis comprar la almendra ya molida. Por supuesto para formar el turrón necesitaréis un molde, pero no sufráis, si os pasa como a mí que ya no tenéis más sitio para meter cacharros en vuestra cocina, o si simplemente queréis probar a ver como os sale la receta antes de probar otro trasto, siempre podéis hacer un apaño con un tetra brick de leche: Lo cortáis a la mitad longitudinalmente, lo laváis y lo secáis bien y ya tenéis un molde de turrón. Las cantidades que os pongo son para hacer un turrón "de tamaño tetra brick" de cada uno. Si os animáis y queréis hacer más, solo tenéis que multiplicar...

 

 

Turrón de yema tostada

Ingredientes

200 g de almendra

200 g de azúcar glasé

ralladura de ½ limón
1 cuchara pequeña de canela
3 yemas de huevo pequeño
Azúcar para quemar la superficie
Preparación
Trituramos las almendras crudas con un robot de cocina, pero sin llegar a hacer harina de almendras, dejando una textura un poco más gruesa. Mezclamos el azúcar glasé y la almendra y aromatizamos con la ralladura de limón y la canela. Entonces comenzamos a agregar las yemas, una a una y trabajamos la masa con las manos. Una vez tengamos una bola de masa más o menos uniforme, recortamos en papel de hornear una lámina con la misma medida de la base del molde de turrón que utilicemos, ponemos la masa sobre el papel y la estiramos con un rodillo procurando que cubra el papel completamente y de forma uniforme. Esto no es que salga a la primera, pero si se quiere hacer más fácil, siempre podemos poner el papel de horno directamente dentro del molde, encima la bola de masa y aplastarla luego con una espátula o con el dorso de una cuchara, hasta dejarla lo más lisa y uniforme posible. Sea como sea, tenemos que apretar muy bien la masa. Cubrimos con otro trozo de papel de cocina del mismo tamaño y ponemos un peso encima (por ejemplo, otro tetra brick, pero lleno). Ahora tenemos que dejar reposar nuestro turrón durante una semana en un sitio fresco. Pasado ese tiempo lo sacamos de la caja, lo cubrimos con un poco de azúcar y lo quemamos con un soplete. Dejamos enfriar 5 minutos, le damos la vuelta y repetimos la operación del otro lado, para que tenga ambas caras tostadas.


Turrón de Jijona
Ingredientes
200 g de almendra
90 g de azúcar glasé
50 g de miel
50 g chocolate blanco
Preparación
Comenzamos por tostar las almendras como os indicaba más arriba y triturarlas en el robot. Tenemos que triturarlas bastante, pero sin pasarnos, porque sino la almendra comienza a soltar aceite… aunque hay quien dice que precisamente la gracia del turrón de jijona es el aceite de almendras que suelta… lo dejo a vuestra elección. Por otra parte unimos el resto de los ingredientes y calentamos al baño María o al microondas (con mucho cuidado de no quemar el chocolate) hasta que se funda el chocolate. Añadimos la almendra molida y mezclamos muy bien hasta formar una pasta con la que procedemos a llenar el molde igual que hicimos con el turrón de yema (en este caso os recomiendo el método de aplastar con una espátula o cuchara dentro de la caja). Lo apretamos bien, le ponemos un peso y lo dejamos reposar en la nevera como mínimo un par de horas para que se compacte. Desmoldamos y no hay que hacer nada más que comérselo.







No hay comentarios:

Publicar un comentario